TV rosarina, una historia que busca revertirse

Orlando Verna / La Capital

Casi como quien no quiere la cosa la pantalla de televisión se llena de programas made in Rosario. Cuando los jinetes del apocalipsis -hambre, desempleo, inseguridad y desesperanza- se ensañaron con estas pampas se previó un panorama negro para la "porteñadependiente" TV local. Error. Canal 3 mantuvo sus producciones en el aire al tiempo que Canal 5 le imprimió una agresiva apertura a su grilla. El sábado es un buen ejemplo.
Por el lado de la emisora de la avenida Perón, el mediodía continúa con su impronta rosarina. La asociación civil Edufé renovó su servicio social a través de "Compromiso", "Campeones del volante" sigue haciendo ruido a motores con Alberto Manera y Gustavo Gorosito, y "Televida con salud" apostó un año más por la prevención. A ellos se prende el "Magazine" de Carlos Bermejo en su nuevo formato mensual, con su próxima emisión marcada para el 17 de agosto.
El caso de la televisora de avenida Belgrano es diferente: absorbió parte de la programación de otros canales, siguió con una propuesta anterior y hasta sumó nuevos envíos. La pantalla abre su espectáculo catódico aborigen con "El país del Litoral", un programa que el 11 de noviembre cumplirá 14 años -antes se llamaba "El país del interior"- y que desde 2002 se ve por el 5 con la conducción de José Casorla. Con raíces aún más profundas en la tele de Rosario, "El show de AJ" le pone música a la tarde. El entretenimiento hizo pie bajo los reflectores hace 28 años, pasó por el 3, Cablevisión y volvió a Canal 5 con Alberto J. Llorente.
Después de un intermezzo de enlatados se suma a la lista "Lo que ellas quieren" en su segundo año de envíos con la compañía de Andrea Fiorino. Se acoplan enseguida dos producciones recientes: la telenovela "Urbanos", devolviéndole a la pantalla de Rosario el aroma de la ficción; y "Por acá", marcando el paso de la actividad empresarial. Así el sábado se convierte en una utopía alcanzable con una tendencia que todos esperan se profundice. Como para empezar a revertir la historia de la televisión rosarina.