La ciudad tendrá finalmente su Puerto Madero local emplazado en el Parque Nacional a la Bandera. Así lo aprobó ayer el Concejo Municipal en una disputada sesión, cristalizando un proyecto que data de 1994 y pasó por 97 pedidos de preferencia para su tratamiento. Antes los concejales votaron el ingreso al cuerpo del edil justicialista Agustín Rossi, en reemplazo del renunciante Norberto Nicotra. Sin embargo, quedó congelado por ahora el desembarco del representante del Partido Blanco de los Jubilados (sublema del ARI trucho), Mario Vallone, quien deberá esperar a que Asuntos Jurídicos de la Municipalidad decida su futuro. Y otro punto que quedó pendiente fue la designación del nuevo presidente del cuerpo, que quedará en el freezer al menos por otra semana.
Con los votos del socialismo popular, el Partido del Progreso Social, los radicales celestes, y los bloques unipersonales de Federico Steiger y Silvana Svatetz, se concretó el pedido de remodelación del área que se extiende por la costa desde el parque España hasta avenida Pellegrini. La idea es emplazar en ese sector un complejo con bares temáticos, restaurantes, predios feriales y culturales, a la manera del Puerto Madero de Buenos Aires.
Claro que nada se hizo sencillo. La iniciativa fue defendida con uñas y dientes por el presidente de la comisión de Planeamiento, Oscar Urruty, quien sostuvo una y otra vez que "esta es una oportunidad inmejorable de convertir a Rosario en una ciudad atractiva para el turismo".
Pero desde el justicialismo sonaron las críticas más feroces. En principio, se pidió un cambio de carátula del expediente original para que se retome el proyecto en las comisiones de Presupuesto y Ecología. O sea, otra vuelta más a comisión, barajar y dar de nuevo. Pero el trasfondo era otro: el rechazo a que se instale "un negocio" en un lugar histórico. "Hay que preservar uno de los solares más bellos de la ciudad. No se puede entregar a los mercachifles de la gastronomía en una abierta deshonra a los próceres de nuestra patria", exclamó el concejal Evaristo Monti.
La ordenanza autoriza a cambiarle la cara a toda la zona que se extiende de cara al río, en la franja céntrica. En una primera etapa la Municipalidad deberá realizar una serie de obras, como equipamiento urbano para el espacio público y playas de estacionamiento. Al mismo tiempo se licitará la concesión de los cuatro galpones ubicados entre el Monumento y la bajada Sargento Cabral. Allí, en un espacio que ronda los 20 mil metros cuadrados, se habilitarán sectores destinados a eventos y servicios gastronómicos. "Rosario será como las grandes capitales del mundo y se transformará en un lugar que atraerá inversiones", destacó Urruty tras la aprobación de la iniciativa.
Nuevo concejal
Luego de una dilatada reunión de la comisión de poderes (cerca de cuatro horas), se decidió el ingreso de Agustín Rossi en reemplazo de Nicotra. No tuvo la misma suerte el polémico Vallone -quien deambuló por los pasillos del Concejo-, ya que el cuerpo mantiene el cuestionamiento a su legitimidad electoral en los últimos comicios.
Vallone defendió ayer su banca ante la prensa, reiteró que fue votado por 7 mil rosarinos y se desentendió del ARI trucho: "No tengo nada que ver con eso, pregúntenle a la gente de Ahora Reales Ideas". Excepto la posición de Convergencia, que aceptó al dirigente de los jubilados porque "no hay supuestos legales para rechazarlo", la decisión del cuerpo fue categórica. "Si no se permitió el ingreso de Sandra Cabrera, tampoco se puede aceptar a alguien que burló al electorado con siglas engañosas", destacó Pablo Javkin. La Municipalidad tendrá diez días para decidir sobre su situación.