Dos semanas después del 9 de Julio -día que había prometido celebrar el fin de la recesión-, Eduardo Duhalde se conformó ayer con asegurar que la situación argentina "va mejorando" pero que la sociedad "aún no lo percibe" por la gravedad de la crisis que atraviesa el país. También se atrevió a un nuevo pronostico: que el próximo índice de desocupación del Indec (el que se conoció estos días fue récord histórico) "mostrará que la caída (del trabajo) se ha detenido y que hay una recuperación". El presidente lanzó este débil mensaje esperanzador desde Guayaquil, Ecuador, donde participó de la II Cumbre Sudamericana de jefes de Estado, que se desarrolló durante dos días y se firmó el "Consenso de Guron", que dio su "apoyo y solidaridad al pueblo y gobierno de la Argentina ante el esfuerzo que viene realizando para superar la actual coyuntura adversa". "La situación del país va mejorando, pero la verdad es que en la percepción de la sociedad argentina (ese cambio positivo) se ve un poco demorado porque la crisis es muy grande", dijo Duhalde a un canal ecuatoriano. Desde el Hilton Colon, donde se alojó en Guayaquil, y acompañado por el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, y el secretario de Medios, Carlos Ben, Duhalde admitió ante la prensa extranjera que el actual índice de desempleo es el "más alto de la historia argentina", pero explicó que "refleja los datos del último trimestre del año pasado y del primer trimestre de este año", y señaló que el próximo sondeo mostrará una recuperación de la ocupación. También dijo que su decisión de adelantar los comicios presidenciales "era la forma más ordenada de contribuir al proceso de gobierno de transición". Tras recibir un fuerte apoyo de sus pares sudamericanos, Duhalde culminó ayer su visita oficial en Guayaquil y se trasladó hacia la localidad de Salinas, donde descansará hasta hoy a última hora de la tarde, cuando regresará a Buenos Aires. Duhalde participó del acto de clausura de la cumbre acompañado por su esposa, Hilda González de Duhalde; el canciller Carlos Ruckauf; el ministro de Salud, Ginés González García; el embajador argentino en Ecuador, Hernán Comejo, y Fernández y Ben. Junto a sus pares sudamericanos, Duhalde firmó ayer el Consenso de Guayaquil, sobre integración, seguridad e infraestructura para el desarrollo. Luego todos fueron declarados huéspedes de honor de Guayaquil por parte del alcalde de esa ciudad, Jaime Nebot. Paralelamente, Chiche Duhalde, junto a sus pares de Chile y Ecuador, dio una teleconferencia organizada por la Red de Aprendizaje para el Desarrollo Global del Banco Mundial, en el marco de la cual intercambiaron información con representantes de este programa en Brasil, Canadá, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, Panamá y Uruguay. Además, Ginés González García y su par de Ecuador, Fernando Jambriska, firmaron un convenio "amplio de cooperación para la complementación de los planes de HIV-Sida y de la política de medicamentos y de atención primaria de la salud". El ministro argentino indicó que el convenio tendrá una duración de "cuatro años y prevé el intercambio de información, de profesionales y de cooperación técnica". Al referirse a la peor de las fotos de la realidad nacional, la última medición de la desocupación en Argentina (cuyo promedio fue del 21%), prefirió mirar para adelante y augurar que "el próximo índice mostrará que la caída se ha detenido y que hay una recuperación". Luego explicó que las recientes cifras porcentuales "se terminaron de realizar hace 90 días, en el peor momento de la crisis". Duhalde aseguró que está en marcha un plan del reinicio de obras públicas para generar empleo, que son "cerca de 900". También destacó que se pueden reiniciar porque "pasado el primer trimestre de este año, que fue el más calamitoso, comenzó la macroeconomía a recuperarse y debemos impulsar no sólo las obras paralizadas sino también iniciar otras".
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