El ex sacerdote y teólogo brasileño Leonardo Boff afirmó que es hora de que Juan Pablo II renuncie y deje el campo abierto "a nuevos bríos y personajes". Boff, uno de los principales exponentes de la teología de la liberación, sostuvo que el Papa "es un hombre muy enfermo que produce mucha compasión" y opinó que debería permitirse que "la vida siga su curso". No obstante, indicó, con el desarrollo de la medicina, "con los paquetes de vitaminas norteamericanas y los recursos de la biotecnología, es posible mantener vivo a un anciano mucho tiempo". Al hacer un balance del pontificado de Juan Pablo II, dijo que "el éxito del Papa es más político que religioso", ya que fue una pieza clave para el derrumbe del comunismo. En materia religiosa, en cambio, "ha impuesto una filosofía clerical cerrada y antigua". Boff -quien fue amonestado en 1986 y en 1992 por el Vaticano por sus tesis sobre la teología de la liberación y renunció al sacerdocio- señaló que la figura más importante en Roma después del Papa es el cardenal alemán Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de quien dijo que tendrá un papel central en la sucesión de Juan Pablo II. "Es el responsable de manejar la ortodoxia y de aplicar medidas de represión en contra de los teólogos que pretenden liberalizar la doctrina", sostuvo. El llamado teólogo rebelde consideró que en la teología de la liberación está el "futuro esperanzador" para la Iglesia en América latina y opinó que un buen sucesor para el Papa sería el cardenal John Baptist Wu Cheng-Chung, representante del Vaticano en Hong Kong, por defender las causas del Tercer Mundo". (DPA)
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