Madrid/Rabat. - Once días después del inicio de una grave crisis entre Marruecos y España por la ocupación marroquí del islote Perejil, los dos países dieron formalmente por finalizado el conflicto. Los ministros del Exterior de España y de Marruecos, Ana Palacio y Mohammed Benaissa, confirmaron en Rabat la aplicación del acuerdo al que llegaron el sábado, con la mediación de Estados Unidos, para volver al status quo anterior a la ocupación marroquí del islote de Perejil. La vuelta a la situación anterior supone una desmilitarización de facto de la isla.
Los dos cancilleres "han confirmado formalmente el acuerdo para restablecer y mantener la situación respecto de la isla (...). Las actuaciones de ambas partes en este asunto no prejuzgarán sus respectivas posiciones en relación con el status de la isla. Ambas partes aplicarán este entendimiento de buena fe", afirma un comunicado conjunto distribuido tras el encuentro.
Según el comunicado, Benaissa y Palacio volverán a reunirse en septiembre en Madrid para abrir un diálogo "franco y sincero" con objeto de reforzar las relaciones bilaterales. La reunión entre los dos cancilleres duró cuatro horas, el doble de lo previsto, y tal y como se había anunciado, no hubo rueda de prensa ni declaraciones cuando finalizó. Benaissa no acudió a recibir a Palacio al aeropuerto civil de la capital marroquí ni estuvo en la puerta del Ministerio del Exterior, donde tuvo lugar la reunión, cuando la ministra llegó.
España y Marruecos acudieron a la cita con posturas diferentes: España pretendía abordar exclusivamente el diferendo por Perejil. En cambio, Marruecos abogaba por tratar el conjunto de temas y asuntos que han perturbado en los últimos tiempos las relaciones entre los dos países vecinos, señaló el secretario de Asuntos Exteriores de Marruecos, Taieb Fassi Fihri.
Todo, menos Ceuta y Melilla
España está dispuesta a hablar "de todo con Marruecos", excepto de Ceuta y Melilla, enclaves españoles desde hace 500 años que lindan con el país magrebí y que éste reivindica, indicó el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Ramón De Miguel, en Bruselas, donde sustituyó a la ministra Palacio en la reunión de los ministros del Exterior de los Quince. Aunque dejó en claro que esos no son temas de la relación bilateral.
Resumiendo el sentimiento reinante en Marruecos, el diario L'Opinion escribió ayer que las "negociaciones bilaterales no pueden limitarse solamente al islote de Leila". La conversaciones deben tocar "todos los problemas pendientes y todos los aspectos de la disputa territorial entre Rabat y Madrid, primero y antes que nada el asunto de Ceuta y Melilla", indicó en una editorial.
Las diferencias bilaterales también incluyen derechos de pesca, el flujo de inmigración ilegal y el tráfico de drogas por el estrecho de Gibraltar. "Siempre hemos dicho que todos los problemas con Marruecos se resolverán por la vía del diálogo y no por la vía de los hechos consumados", indicó De Miguel.
En la capital belga, los ministros del Exterior de la Unión Europea acogieron con alivio el final del conflicto. La presidencia de la Unión Europea, desempeñada por Dinamarca, expresó su solidaridad con España después de que De Miguel explicase a los ministros europeos la resolución de la crisis.
"He recibido la solidaridad de todos los países de la UE, que están interesados en que las relaciones con Marruecos se potencien y desarrollen", indicó De Miguel.
El gobierno de Madrid afirma que la isla Perejil fue cedida a España en 1668 por Portugal. El gobierno de Rabat sostiene, en cambio, que el islote, al que denomina Leila, pertenece a Marruecos desde el final del protectorado español en ese país, en 1956. (DPA)