La excomunión dictada por el Vaticano contra siete mujeres ordenadas sacerdote el mes pasado por el controvertido arzobispo argentino Rómulo Braschi, fundador de la iglesia carismática Jesús Rey, con ramificaciones en Europa y Brasil, entró en vigor ayer según el plazo incluido en el "monitum" (advertencia) vaticano del pasado 10 de julio.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano anunció que la excomunión de las cuatro alemanas, dos austríacas y una estadounidense sería efectiva "el 22 de julio si se niegan a aceptar la nulidad de su ordenación y a reconocer públicamente su culpa". Se trata de la pena más severa que aplica la Iglesia Católica
La excomunión prohíbe el ejercicio de actividades litúrgicas o pastorales y de la participación en la vida sacramental de la Iglesia. Es la más severa de las penas pronunciadas por la Iglesia.
El arzobispo cismático, de 61 años, importante miembro de la iglesia que el Vaticano no reconoce, ordenó como sacerdotes el pasado 29 de junio a esas siete mujeres a bordo de un barco en el río Danubio.
"Nosotras no hemos cometido crímenes que merezcan el castigo de la excomunión, no hemos roto con la fe, no hemos cometido herejías ni hemos desertado de la fe", declararon entonces desde Viena dos portavoces del grupo de sacerdotes mujeres, Gisela Forster y Christine Mayr-Lumetzberger.
"No estamos sometidas a ninguna «constitución divina de la iglesia» que diga que los hombres pueden ser ordenados sacerdotes y las mujeres no. En la Biblia, está muy clara la buena voluntad de Jesucristo de cara a las mujeres", afirmaron.
Para el Vaticano, la ordenación sacerdotal realizada por Braschi no sólo es "inválida", sino que representa "un grave delito contra la constitución divina de la Iglesia", a la que "ofende gravemente".
La dura reacción del Vaticano es provocada por el hecho de que monseñor Braschi llegó a ser arzobispo de la Iglesia Católica, abandonando la institución para casarse y actuar en la iglesia carismática de Jesús Rey.
Recuerdos del Proceso
Braschi integra desde 1978 Jesús Rey, que cuenta con adeptos en varios países, sobre todo en el norte de Brasil y Argentina. Según una biografía realizada por la iglesia cismática, Braschi, casado con Alicia Cabrera, fue detenido en 1974 durante la dictadura militar argentina, cuando era obispo de Avellaneda.
El prelado se alejó del Vaticano tras recobrar la libertad y acusa a la Santa Sede de haber mantenido relaciones con el régimen militar.