Farmacéuticos hacen mea culpa pero apuntan a los laboratorios

La vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos, Graciela Pensa, sostuvo ayer que la nota publicada el domingo pasado en La Capital sobre una serie de prácticas non sanctas que se ponen en marcha en la venta de medicamentos "desentraña una verdad total y absoluta, sobre la que aún falta saber mucho más". La farmacéutica también opinó que "dentro del mercado no puede haber una posición preponderante de un sector de la cadena, como es el laboratorio, usando a los médicos". Además hizo un mea culpa, en el que incluyó al conjunto de los profesionales de la salud: "Todos somos culpables de haber dejado un aspecto fundamental que interviene en el sistema de salud, como es el de los medicamentos, en manos de la industria farmacéutica".
El informe del diario, titulado "El lado oscuro del medicamento", recogió testimonios de médicos, visitadores y farmacéuticos que admitieron habituales mecanismos prebendarios por parte de los laboratorios para imponer determinadas marcas comerciales. "A ellos no les interesa la salud, sino vender de la manera que sea", disparó Pensa.
Para que eso sea posible, se establecen complicidades. Al respecto, la dirigente de los farmacéuticos admitió que suele haber prácticas poco transparentes que involucran a médicos y algunas farmacias. Así y todo, apuntó las responsabilidades más arriba, básicamente a las autoridades del Estado.
"Hasta los 90 esto no pasaba o pasaba mucho menos", sostuvo. Pero tras "la desregulación del mercado, la eliminación de precios fijos para los medicamentos y la desaparición de ciertos marcos normativos los laboratorios líderes pasaron a hacer lo que quisieron", denunció. En ese contexto, Pensa alertó sobre la posibilidad de que la misma situación pueda reproducirse con los laboratorios productores de genéricos. "Habrá que estar alerta", dijo.