Año CXXXV
 Nº 49.548
Rosario,
martes  23 de
julio de 2002
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Se complicó el acusado por robar a dueña de una pensión
Entregó parte del botín que sustrajo tras golpear y sedarla, en el inquilinato de Gálvez al 2700

La situación del único detenido por el salvaje robo a la dueña de una pensión del barrio Hospitales, de 70 años, se complicó a partir de que el hombre, por propia voluntad, entregó a la policía parte del botín que le había reportado el atraco ocurrido el pasado 11 de junio en Gálvez y Sarmiento.
Se trata de Eduardo Toledo, un vigilador privado que habría mantenido una relación sentimental con Ana Emilia Ceriani. La mujer es propietaria de una pensión en una de cuyas habitaciones vivía el imputado y donde ocurrió el episodio.
Aquel día, Ceriani fue drogada con un psicofármaco, maniatada de pies y manos, golpeada salvajemente y finalmente despojada de joyas y unos 4 mil pesos. Hasta anoche la mujer seguía internada debido a las consecuencias que le provocó la golpiza y, de acuerdo a fuentes policiales, "aún no pudo declarar ante el juez que lleva la causa porque ha sufrido la pérdida de la memoria".
Tras el ataque fue detenida, además de Toledo, una joven pareja que durante dos meses y hasta pocos días antes del hecho ocupó otra de las habitaciones de la casa. Sin embargo, según reconocieron los propios investigadores, "los muchachos fueron involucrados por el mismo Toledo". A comienzos de este mes, la pareja recuperó la libertad y el vigilador continuó apresado como único imputado.
Para sorpresa de la pesquisa, Toledo mismo comprometió su situación el fin de semana. "Una patrulla de la comisaría 5ª lo acompañó hasta la vivienda de Gálvez y Sarmiento para que retirara algunas prendas de vestir. El hombre se agachó junto a su cama, sacó un bolso con la excusa de guardar allí la ropa y empezó a sacar envoltorios plásticos en los que había escondido el botín robado a Ceriani", relató una alta fuente de la citada seccional.
Los policías que acompañaron a Toledo labraron el acta con todo lo hallado y empezaron a cerrar el caso, no obstante lo cual rápidamente derivaron las joyas al juez que investiga el episodio como nuevas pruebas de la causa.


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