Rabat. - Las tropas españolas comenzaron a retirarse del disputado islote de Perejil (Leila en árabe), en el norte de Africa, después de alcanzar un acuerdo con Marruecos, que supone el retorno al statu quo anterior al 11 de julio, cuando gendarmes marroquíes ocuparon la deshabitada zona para poco días después ser desalojados por los soldados españoles. La decisión significa que de facto el islote -de 13,5 hectáreas y situado a unos 200 metros de la costa de Marruecos, en aguas territoriales de ese país- es un territorio neutral, que no puede ser ocupado militarmente por ninguno de los dos países y que tampoco puede haber allí una bandera nacional. Tras el acuerdo, el gobierno español anunció que los 75 soldados de la Legión desplegados en el área abandonaron el islote y el retiro de las banderas.
En los últimos días, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se comunicó varias veces con el gobierno español y con el rey marroquí Mohammed VI. En Madrid se dijo oficialmente que Washington, a través de Powell, no tuvo un rol mediador sino que contribuyó a "facilitar" las cosas, lo que le agradeció, a la vez que calificó su trabajo como de garante para alcanzar el acuerdo. España había rechazado reiteradamente una mediación internacional y según reportes periodísticos tenía el firme propósito de resolver el conflicto antes de la reunión que mañana mantendrá el Consejo de Ministros del Exterior de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
Marruecos, que reclama la soberanía de Perejil, envió tropas al lugar la pasada semana que, pocos días después, fueron desalojadas por las fuerzas armadas españolas que se instalaron en la isla deshabitada. "Las dos partes han acordado restablecer la situación que existía en torno a la isla anterior al 11 de julio" (cuando una decena de gendarmes marroquíes desembarcaron en el islote desencadenando la crisis diplomática entre España y Marruecos), dijo Powell, en un comunicado. "Creemos que este entendimiento es en interés de ambos países y puede servir como base para realizar avances encaminados a mejorar las relaciones bilaterales", agregó.
Negativa de Rabat
Momentos antes, el funcionario había dicho que Marruecos estaba resistiéndose al plan de EEUU, bajo el cual ambos países podrían acordar retirar del islote "puestos de avanzada, banderas y/o símbolos de soberanía", una declaración que podría equivaler a regresar al status quo anterior a la disputa.
Los dos países mostraron su interés por sepultar la embarazosa disputa. Madrid quería una garantía formal de que Marruecos no volvería a la isla tras la retirada de las tropas españolas. La ministra de Asuntos Exteriores española, Ana Palacio, no habló directamente con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, durante las intensas negociaciones.
Según varios testigos en Jbel Musa, los militares españoles desplegados en el islote empezaron a retirarse. Tres helicópteros se posaron en el islote y recogieron a grupos de soldados y material que esperaban en la zona de aterrizaje. Despegaron rumbo al este, donde se encuentra en el enclave español de Ceuta. Los militares españoles se encontraban en la isla desde el pasado miércoles cuando desalojaron de la misma a otros seis soldados marroquíes que se encontraban instalados en ella.
La presión ejercida por EE UU consiguió acelerar el final del contencioso. El viernes, Colin Powell habló varias veces por teléfono con el monarca marroquí Mohamed VI y la ministra española de Exteriores, Ana Palacio. El jefe de Gobierno español, José María Aznar, había vuelto a convocar en Moncloa a los miembros del Gabinete de crisis que estuvo reunido por varias horas, para tratar de llegar a una solución del conflicto.
El funcionario estadounidense subrayó esta semana la necesidad de que España y Marruecos establezcan un diálogo "que no suponga la presencia de nadie en la isla de Perejil, porque la permanencia de tropas "sólo dificultaba el diálogo". (Reuters, AFP y DPA)