Con la crisis como marco, los principales analistas descuentan que los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de mayo arrojarán una sustancial suba del desempleo en la región. De esta forma, todas las proyecciones apuntan a un piso del 25 por ciento, que podría llegar incluso a tocar el 27 por ciento.
El panorama pinta incluso más complicado que lo que marcan las cifras ya que en el mes de junio se produjeron nuevos episodios que suman al deterioro laboral, como el cierre de Coca Cola. Por otro lado, la recuperación de algunos sectores, como el frigorífico, no alcanzan a compensar la caída en la mayoría de las actividades vinculadas al mercado interno. Y todavía no se vio lo peor en materia de reestructuración bancaria y de servicios.
El especialista Carlos Crucella precisó que la crisis desatada desde desde diciembre a este año tiene tan pocos precedentes que es muy difícil extrapolar tendencias. Incluso no descartó un impacto importante en la estadística final de la EPH del llamado, efecto desaliento, lo que tornaría aún más relativos los números del desempleo.
La desocupación en la región superó el 22% en octubre de 2001 y, colapso del modelo mediante, es un dato obvio que este indicador aumentará en la medición de mayo.
Esta lectura se acentúa con los resultados que arrojó en el mes de mayo la Encuesta de Indicadores Laborales que elabora el Ministerio de Trabajo de la Nación. Cabe aclarar que esta encuesta se realiza sobre el empleo privado en los principales aglomerados del país, Gran Buenos Aires, Gran Córdoba y Gran Rosario.
Este informe oficial precisa que en el mes de mayo el empleo formal en las empresas del Gran Rosario cayó casi un 10% en un año. También refleja la encuesta el reacomodamiento que en el segundo trimestre del año comenzó a verificarse dentro de la estructura de sectores económicos. Por eso, la medición intermensual arrojó una suba de las incorporaciones de personal y una caída de las desvinculaciones.
Esta situación está asociada está lejos de significar un cambio neto de tendencia. Sí recoge la recuperación de algunos rubros como el de los frigoríficos, tras la superación de la crisis de la aftosa. Crucella apuntó que mientras algunos sectores empezaron a incorporar gente, como fue el caso de la industria de la carne, paralelamente hay una fuerte caída en el sector de servicios, comercio y otros rubros de manufacturas.
Si los números del empleo privado de mayo fueron desalentadores para la región, lo que se viene no es menos promisorio.
"Para lo que resta del año y aunque hubiese recuperación -cosa que hoy es improbable- creo que las empresas van a ser poco absorbedoras de mano de obra", dijo Crucella y agregó: "Después de cuatro años de caída de la actividad, antes de incorporar gente, las empresas van a ver cómo funciona todo y en todo caso, extenderán las horas extra si hay más actividad".
Como dato llamativo respecto del resto de los aglomerados como el del Gran Buenos Aires y Gran Córdoba, en la región subieron los puestos gerenciales en el sector privado, pero tampoco fueron relevantes como para torcer la tendencia.
Los números de la región
El empleo privado formal en empresas de diez y más trabajadores cayó un 0,5% en el Gran Rosario durante el mes de mayo de este año, de acuerdo a la Encuesta del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Con estos indicadores, los números del empleo privado en la región siguen la tendencia de los otros dos principales aglomerados urbanos del país, Buenos Aires y Córdoba, cuya evolución negativa fue del 0,9% y del 0,1% respectivamente.
De todos modos, el informe oficial indica que en el Gran Rosario por segundo mes se registra una desaceleración en la tasa de variación del empleo.
Comparado con los valores del mismo mes del año anterior, la evolución del empleo en el Gran Rosario cayó un 9,2%. "En los aglomerados de Rosario y Córdoba, desde marzo de 2002 reflejan una desaceleración en la caída anual del empleo", indica.
En tanto, las incorporaciones de personal (medidas por la tasa de entrada) pasaron de 0,9% en abril a 1% en mayo. Mientras que las desvinculaciones de personal, indicadas por la tasa de salida, bajaron de 1,6% en abril a 1,5% en mayo. La rotación de puestos de trabajo -promedio de incorporaciones y desvinculaciones- disminuyó en la región,.
Tipo de contratación
Los números oficiales revelaron también una reducción de puestos de trabajo por contratos a tiempo indeterminado, lo que expresa un deterioro de las condiciones del empleo. Así, los contratos por tiempo indeterminado cayeron un 0,5% en mayo de 2002.
En el Gran Rosario los puestos de trabajo auxiliares tuvieron una variación positiva aunque, dado su bajo peso relativo, no alcanzó para revertir la variación negativa que registró en mayo. También hubo una evolución positiva en los puestos profesionales, en mayo del 0,4%.
Las bajas decididas por las empresas por disminución de la demanda y por reorganización funcional suman el 33,1%. En tanto, las bajas decididas por las personas (renuncias y jubilaciones) se incrementaron, por las renuncias de personal en los tres aglomerados, en los cuales además, las horas efectivamente trabajadas se redujeron respecto al mismo mes del año anterior. En el Gran Rosario la baja alcanzó al 10,8%.
Esta disminución de las horas efectivamente trabajadas respecto del año anterior se explican, además de las reducciones de personal, por el aumento de la proporción de empresas que aplicaron suspensiones.
En cambio, respecto de abril de este año, las horas efectivamente trabajadas durante mayo de 2002 aumentaron un 2,6 por ciento en el Gran Rosario.
Respecto de abril de este año, las suspensiones crecieron del 7,4 al 7,7%. De este modo, el personal afectado por estas medidas alcanzó al 2,8% del total de los trabajadores relevados, 0,2 por ciento menos que en el mes anterior.