Según consta en una gran placa a la derecha del altar, en 1872 se formó la comisión encargada de la construcción de la capilla, ubicada a 22 kilómetros de Rosario, sobre la ruta provincial 18, nombrada por el obispo diocesano José María Gelabert. La iglesia resultó muy sencilla pero a la vez imponente. Consta de una planta basilical, de 26 metros de largo por 8,50 de ancho. El atrio está definido por paneles de madera de cuatro metros de alto, formulando dos ingresos secundarios y la puerta principal (por donde se saca la imagen de la Virgen una vez al año para el día de su fiesta, para recorrer en procesión las calles del pueblo). Entre las cosas curiosas de la Iglesia del Sauce, encontramos al costado del altar dos bancos arcón de madera de líneas muy simples, utilizados para guardar ornamentos. El recipiente donde se colocan las velas que encienden los feligreses a los pies de la vitrina que guarda la imagen de vestir de la Virgen del Carmen. Así vemos hoy a la Virgen en la iglesia con su traje de fiesta. Anteriormente terminada la procesión le colocaban un traje más "viejito" y la ponían en una vitrina, hasta el año siguiente; dos días antes del 16 de julio, la sacaban y le colocaban el traje de fiesta poniéndola al costado del altar. Las encargadas de "vestir" la Virgen, un título de honor en el pueblo, eran jovencitas integrantes de las familias más tradicionales, lo mismo que los hombres que llevan las angarillas con la Virgen por las calles del pueblo, honor que traspasan de padres a hijos. Con el afán de modernizar, se reemplazó el Vía Crucis por el actual, se deshizo el altar del Sagrado Corazón, exponente genuino del estilo barroco, y se dejó en forma permanente la imagen de la Virgen del Carmen con su traje de fiesta en una gran vitrina a la derecha del altar.
| |