Mientras la caducidad de los mandatos y las denuncias sobre un magnicidio están todavía en el centro de la polémica preelectoral, la propuesta de Adolfo Rodríguez Saá de reflotar el traslado de la Capital Federal se coló en la agenda política como un nuevo punto de discusión. Desde el gobierno, el ministro del Interior, Jorge Matzkin, se encargó replicar los reclamos sobre una renovación total de cargos en los próximos comicios, actitud que calificó de "pura hipocresía política" y "especulación electoral". Al mismo tiempo, descalificó las denuncias sobre un eventual atentado a algún dirigente porque "no se sabe exactamente si hay amenazas reales o quieren posicionarse como víctimas". Matzkin dijo que, aunque el gobierno "está preocupado" no tiene "certezas" de un acto de este tipo y sostuvo que las advertencias en ese sentido "no nos dan niveles de precisiones como para poder avanzar" en una investigación. En tanto esta controversia continúa, Rodríguez Saá (que fue el primero en hablar de un posible magnicidio) agregó otro tema en el debate al reflotar el proyecto que fogoneó Raúl Alfonsín durante su gestión al frente del Ejecutivo de trasladar la Capital Federal hacia el interior del país, y que fue aprobada por ley en 1987 pero nunca se materializó. Rodríguez Saá estimó que "habría que analizar si (el traslado) sería positivo para iniciar un nuevo camino en Argentina" porque se despegaría el manejo del poder "de todo esquema de lobby". Estos debates ocupan por ahora el espacio central de una campaña que todavía no tiene lleno los casilleros que deben ocupar los candidatos. Mientras el peronismo está a la espera de una definición del cordobés José Manuel de la Sota (se especula que podría dar el sí la semana próxima), el ex presidente Carlos Menem apuntó directamente contra el gobierno por algunos hechos de violencia, como el ataque contra la vivienda del diputado José Figueroa en Santiago del Estero. "Cuando no hay liderazgo, que es lo que nos está ocurriendo ahora, no hay gobernabilidad y entonces hay caos", dijo Menem, para agregar que hechos de esa naturaleza "puede ocurrir en cualquier lugar del país si no se le pone coto". Por su parte, el santacruceño Néstor Kirchner que está cada vez más alejado de las filas del PJ, embistió con fuerza contra el gobierno por su negativa a impulsar la renovación total de todos los cargos electivos. "Cuando se quedaron con los ahorros de la gente no había ningún dirigente con la Constitución en la mano, pero ahora que corre peligro la continuidad de sus mandatos todos parecen Alberdi, haciendo gala de una política miserable", advirtió. Por su parte, el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, ratificó su preferencia por Rodríguez Saá en la interna por la candidatura presidencial y cuestionó las postulaciones de Menem y De la Sota a quienes, dijo: "Yo no apoyaría nunca, porque soy peronista". El ministro del Interior, que habló con la prensa al inaugurar un encuentro con intendentes justicialistas, advirtió que la iniciativa de Elisa Carrió y Kirchner, entre otros, de renovar todos los cargos electivos tiene una lectura proselitista. "Hay que tener cuidado: para utilizar un término futbolero, no tenemos que comernos todos los amagues y hacer una diferencia entre lo que son las críticas sanas de la especulación política y la hipocresía, que también existen", alertó. Para Matzkin, "sorprende que algunos sectores políticos de carácter minoritario que nos exigían participación y transparencia, ahora nos ponen peros, cuando se tienen que presentar ante la sociedad en la interna partidaria abierta y simultánea".
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