El plantel de Central pasó su última noche en la ciudad de Salta. Tras el encuentro informal ante la reserva de River, los jugadores canallas se fueron a descansar al hotel porque hoy bien temprano los espera el micro que los llevará hasta el aeropuerto y a las 8.45 tomarán un vuelo de la empresa Dinar con destino a Buenos Aires. Y de ahí se subirán a un ómnibus que los depositará en Rosario pasado el mediodía.
El único que seguirá el periplo hasta Rosario junto a los muchachos será el ayudante del Flaco César Luis Menotti, Rogelio Poncini, quien tiene su familia en Capitán Bermúdez. El resto del cuerpo técnico se quedará en Buenos Aires para saludar a familiares.
Con relación al regreso a los entrenamientos, el mismo está previsto para el lunes a la tarde en Palos Verdes. Según sostuvo Signorini, los trabajos durante esa semana no distarán demasiado de las sesiones que cumplió el plantel en Salta y serán exclusivamente orientados a la parte futbolística ya que el partido ante San Lorenzo está a la vuelta de la esquina.
La cercanía del debut en el torneo Apertura también terminó con la idea de hacer algunos dobles turnos cuando ya estén en Rosario.
La primera jornada casi libre
Más allá de que los jugadores ayer no practicaron porque anoche disputaron su tercer partido amistoso, gozaron de casi el primer día libre desde que llegaron al norte. Por eso la mayoría optó por levantarse cerca del mediodía.
Un buen número salió a caminar por la ciudad para aprovechar las últimas horas y comprar algunos regalos para sus familiares y el resto se desparramó en los sillones de la recepción del hotel para dejar pasar el tiempo o leyendo el diario. Como Martín Mandra que se ubicó solito en una de las mesas, pidió un cortado y se puso a leer un diario deportivo.
La mañana siguió con la visita de varios dirigentes de River y Jorge Ghiso (DT de la reserva) al hotel donde concentra Central para saludar al cuerpo técnico de Menotti.
Después de algunos minutos el Flaco Menotti bajó de su habitación (la noche anterior había ido a escuchar nuevamente folclore) y se prendió en un café con los visitantes junto a Rogelio Poncini y al kinesiólogo Hugo Doreé, quien se fundió en un abrazo con los directivos de la entidad millonaria recordando viejos tiempos.
Después llegó la hora de la siesta, una cita impostergable para la delegación, y cerca de las 18.45 Menotti convocó a sus dirigidos para darles la habitual charla técnica previa al partido.
La Ciudad
