Fernando Gabrich / La Capital
-¿Cuándo empezaste a practicar el polo acuático? -De chico estuve en el club (Gimnasia y Esgrima) y a los que nadábamos nos dejaron hacer waterpolo, después desapareció de la estructura del club y empecé con básquet y taekwondo, hasta que se volvió a practicar, y cuando tenía 13 años me dije "esto es lo mío", y me dediqué con todo. -Por lo que decís nada de fútbol, siempre deportes con las manos. -Sí, inclusive en básquet jugué en la selección rosarina, pero con la pelota en los pies soy un desastre. -La gente dice que el polo acuático es un deporte violento, ¿es así? -Sí, es así. Hay roces como en un partido de rugby. Hay mucho contacto físico y en la disputa de la pelota hay muchas mañas. -¿Cuántas infracciones no se cobran? -Y... muchas que el árbitro no ve porque pasan debajo del agua. Por ejemplo, te agarran mucho. -¿Existen casos como el que sufrió Riquelme en el partido con Banfield? -Sí, hay momentos en que te tocan, y o te agarraron ahí o agarrás vos. -¿Y reaccionaste como Riquelme o te quedaste tranquilo? -No, tranquilo no me quedé nunca (risas), pero hay que tratar de no reaccionar porque eso es lo que quiere el contrario. -De esas tácticas, ¿cuál utilizás? -Por lo general y a diferencia del fútbol, los arqueros son los que tratan de poner nerviosos a los rivales gritándoles cosas. En el polo hay muchos Chilavert y eso pone nervioso a varios, no a mí. -¿Alguna vez te bajaron la malla abajo del agua? -Sí. Los húngaros tienen la costumbre de engancharte la malla con el dedo del pie, entonces tienen las manos libres y el árbitro no cobra nada. En el primer gol que hice contra ellos en Italia me pasó eso. -Pero fue un festejo especial. -Sí (risas), les dije sigan agarrándome que yo les hago los goles. -¿Sexo en la cama o en una pileta? -Y, en la pileta es más difícil. -Bueno, ustedes tienen más práctica. -Sí, pero no para eso. En realidad nunca lo hice en una pileta, sí en la bañera. Y bueno, hay que variar. -Los jugadores de vóley y handbol tienen buen arrastre con las mujeres, ¿con ustedes pasa lo mismo? -Por lo que veo ahora sí. Ocurre con los chicos que entreno que vienen las chicas a preguntar por ellos, es como una revolución. Creo que también es porque cambiaron las epócas. -¿Y con las chicas de nado sincronizado hay algo? -Y, hay mucho feeling. Siempre existe un romance por año. -¿Cuál fue el papelón más grande en una pileta? -Una vez en Mar de Plata en el 95 jugábamos contra Estados Unidos y el mejor jugador de ellos había estado en Italia y yo lo conocía. Sabía que era miedoso, entonces cuando lo enfrentamos les dije a mis compañeros que había que darle porque no se la aguantaba. Bueno, le pegamos todo el partido, pero el grandote nos hizo diez goles. Después me querían matar a mí. -¿Imaginabas que el país podía llegar a este a grado de conflictividad social? -No y más allá de toda la pobreza, que es durísimo, lo que veo es la tristeza de la gente. Vas al parque y ves a la gente sin felicidad. Lo que trato es que eso no me agarre. Creo que uno tiene que tratar desde su trabajo de poner el pecho y poner optimismo. -¿Alguna vez se te cruzó por la cabeza irte del país? -Sí, y es duro porque están los familiares. Pero cuando uno piensa en los hijos, se lo plantea. Creo que si en estos momentos hay algún argentino en el exterior, seguramente no se vuelve. -¿Les tenés miedo a los secuestros? -Sí, cuando uno ve las cosas por televisión te parece que no te va a pasar nunca, pero me pongo a pensar en el tipo ese que le llevaron a la hija y es terrible. Te ponés a pensar cómo podés reaccionar y da mucho miedo. A mí todo esto me hace acordar a la situación de Colombia, una vez fuimos a jugar y el temor en la calle era increíble. Uno acá todavía anda un poco más tranquilo. -Quizás porque no nos damos cuenta. -Sí, uno piensa que nunca se va a adaptar a esta forma de vida y termina haciéndolo y aceptando cosas que diez años atrás nunca se te hubieran pasado por la cabeza. -¿Creés que la solución está en el llamado a elecciones? -No creo que una elección pueda cambiar las cosas. Deben suceder muchas cosas más profundas, quizás la elección sirve para que quien esté en el poder tenga el apoyo de una cantidad de personas. -¿Qué pensás cuando ves a Carlos Menen en plena campaña para volver a ser presidente? -Que debe haber gente que lo va a votar y ve las cosas distintas a como las puedo ver yo. -¿Lo votarías? -No, creo que no nos podemos olvidar de que gran parte de lo que estamos viviendo es producto de su gobierno. No hay industria nacional y se vendieron todas las empresas estatales. Y estuvimos bien un tiempo porque vivimos de la plata que ingresó de esas ventas.
| El crack del waterpolo se destacó desde muy chico. (Foto: Marcelo Bustamante) | | Ampliar Foto | | |
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