"Apoyo fervorosamente la política de genéricos, pero no la idea de sancionar a los médicos" que no los receten, sostuvo ayer el ministro de Salud provincial, Carlos Parola. Esa postura dio una vuelta de tuerca a la discusión que la Cámara de Senadores santafesina viene teniendo con el Colegio Médico por la reforma de la ley de medicamentos genéricos. Pese a conocer la opinión de Parola, el titular de la comisión de Salud del Senado, Alberto Crossetti, se mantuvo en sus trece. "Si una ley no contempla sanciones por incumplimiento se vuelve inaplicable", dijo. Razones para pensar así no le faltan: la norma que obliga a recetar genéricos ya tiene 12 años, pero casi ningún médico la cumple. Desde la Asociación Médica de la 2ª Circunscripción, en tanto, sostienen que "sancionar al profesional sería cortar el hilo por lo más delgado" y solicitan tiempo para que los médicos actúen "convencidos". Según Crossetti, el rechazo a la sanción por incumplimiento revela una "actitud corporativa".
El debate continuará hoy entre las comisiones de Salud de las dos Cámaras y el viceministro Ramiro Huber. El proyecto de reforma de la ley ya tiene media sanción de Senadores y está por pasar a Diputados, de donde saldría con modificaciones, por ejemplo sin sanciones para los médicos. En ese caso deberá volver al Senado. Por eso se intenta consensuarlo.
El quid de la polémica no pasa por quién apoya o rechaza la receta por genéricos. Por lo menos en la letra, todos -Ejecutivo, Legislativo y Colegio- impulsan la reforma la ley 10.496 para dar fuerza a la receta de medicamentos por nombre genérico y no por marca comercial.
1 por ciento de recetas por genérico
El problema surge en realidad al intentar explicar por qué hasta ahora no se ha cumplido con la norma, sancionada en su versión original en 1990. Sobre todo, teniendo en cuenta que hace unos días el propio Colegio de Farmacéuticos admitió que apenas el 1 por ciento de las recetas que reciben prescriben por denominación genérica.
Para el doctor Hugo Oteo, asesor del Colegio Médico de la 2ª Circunscripción y al frente de los debates con la Legislatura santafesina, el incumplimiento de sus colegas se debe básicamente a "una cultura de prescripción de marcas comerciales" que "se arrastra desde hace 50 años".
Así, para el especialista, hacen falta un poco de tiempo y paciencia para que los médicos obren "convencidos" de que una receta por genérico es tan eficaz como "las dos o tres marcas de fantasía de cada droga que les resultaban fiables".
-Pero la ley original ya tiene 12 años.
-Sí, tiene 12 años.
-¿Y entonces? \-Es muy sencillo: no se promovió. Se sancionó porque antes había salido una en la provincia de Buenos Aires, cuando era ministro de Salud (el actual titular de la cartera nacional, Ginés) González García. En ese momento respondía a una crisis económica similar a la actual, la hiperinflación. Pero las obras sociales tampoco se adecuaron, las autoridades no controlaron y nada contribuyó a seguir promoviendo la implementación de la ley de genéricos.
En cambio, para el senador Crossetti, se trata de una "actitud corporativa" por parte de los médicos. Por eso, el legislador promete continuar defendiendo la idea de aplicar sanciones a quienes de ahora en más no cumplan con la nueva versión de la ley. Aunque en el Senado hasta se había contemplado llegar a retirar la matrícula a los transgresores, ahora Crossetti confía en acercar posiciones contemplando penalidades menos duras, pero penalidades al fin. "Estoy dispuesto a rediscutir atenuantes, pero a mi juicio castigo debe haber porque si no las leyes son inaplicables", dijo.
Sobre ese punto el ministro -que a la sazón también es médico- mostró una posición indulgente. "No apoyo la idea de sancionar a los médicos", afirmó ayer a La Capital. Para Parola, plantear penalidades para quienes receten por marca comercial más que impulsar el cumplimiento de la ley lo trabaría.
En los casos de "medicación indebida", terció el ministro, el profesional merecería "una sanción científica" por parte de los colegios profesionales, el ministerio y hasta la Universidad, pero no una penalidad. Y, por supuesto, la obra social debería devolver la receta.
"¿Para qué nos vamos a oponer al médico que es en definitiva el que aplicará la ley de genéricos?", se preguntó Parola, y anticipó que hasta el principal impulsor de la norma a nivel nacional, el ministro Ginés González García, formuló el mismo planteo.
Según anticipó la titular de Salud de Diputados, Susana Broda, no habrá necesidad de sanción si se aprueban tres formas de prescripción: una por monodroga, otra por marca sugerida por el médico pero que puede ser cambiada por el farmacéutico, y la tercera para los medicamentos críticos. Si finalmente todo el debate termina así, ¿no habrá sido cambiar algo para que nada cambie?
La Ciudad
