La Comisión Nacional de Regulación del Transporte tiene un solo inspector para controlar todos los ómnibus de trayecto interprovincial, los camiones de carga y los traslados nacionales e internacionales de productos peligrosos que cruzan los límites de Santa Fe y Entre Ríos. Uno solo.
Así lo reveló el propio delegado regional, José Cáceres, quien aseguró únicamente en Rosario durante junio entraron y salieron de la Terminal unos 9 mil colectivos sujetos al control de su repartición.
Cáceres, quien se encuentra al frente de la delegación desde hace tres meses, recordó que se formularon pedidos de refuerzos de inspectores, para poder hacer frente a todo el flujo de transporte de ambas provincias.
De hecho, la CNRT tenía más inspectores en la zona (en realidad, dos). "Pero los ajustes a nivel nacional nos dejaron con uno solo", reconoció el funcionario, quien señaló que la delegación regional tiene cinco empleados, incluyéndolo a él: un delegado, un subdelegado, un inspector, una abogada sumariante y un administrativo. Funciona en la Terminal de Omnibus Mariano Moreno, y en Entre Ríos no tiene inspectores, sino que por convenio se ha delegado el control en las autoridades de aquella provincia, las que sin embargo no tienen poder de policía.
Sobre el colectivo que no partió
Los comentarios del funcionario vienen a colación del episodio vivido el viernes en la Terminal, cuando un contingente de estudiantes se quejó por el mal estado del vehículo que les asignara la empresa Río Estudiantil para trasladarlo a Bariloche, y los padres resolvieron no permitir la partida. Era modelo 94 cuando debía ser por lo menos del 98, tenía 48 asientos y los pasajeros -según ellos- eran 51; las cubiertas estaban lisas, la calefacción descompuesta y tenía rajado al parabrisas.
Ante esta situación. el titular de la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, Carlos Comi, presentará un escrito ante la Justicia para "informarle que el colectivo había sido habilitado cuando tenía falencias evidentes".
Pero Cáceres respondió ante lo sucedido: "Con respecto a los pasajeros, el inspector me dijo que él cerró la lista con 44, y no con 51. Yo me enteré por el diario de esa cifra", admitió, para recordar que "se detectó una goma lisa y se ordenó a la empresa reemplazarla".
Luego dejó entrever que el organismo a su cargo debe poner la cara por temas que le son ajenos o lo trascienden. "La gente a veces se enoja porque el servicio que le dan no coincide con el que había pedido, pero nosotros no controlamos las comodidades. Lo nuestro tiene que ver específicamente con la seguridad del vehículo", argumentó.
El episodio del viernes disparó un informe posterior de este diario, en el que muchos choferes aseguraban que la oficina de control no funcionaba nunca, y que los fines de semana la Terminal era, en cuanto a inspecciones, "tierra de nadie". Cáceres se defendió aclarando que "si la oficina no está abierta al público no quiere decir que el inspector no esté trabajando".
El informe de La Capital daba cuenta de acusaciones anónimas respecto a presuntos "arreglos" entre funcionarios de la CNRT y las empresas, por los cuales "a unos los dejan salir de cualquier forma y a otros les controlan hasta el matafuego". Frente a esto, y a modo de respuesta, Cáceres se preguntó: "¿Cómo es la acusación? ¿no controlamos a nadie o controlamos demasiado?".
Pero al renglón seguido reveló el verdadero problema que sufre la repartición: un solo inspector para todo el transporte interprovincial e internacional de pasajeros, de carga y de carga peligrosa que circula en la provincia. A lo que hay que sumarle Entre Ríos, donde no hay nadie y se delega la tarea. En este marco, trata de paliar el déficit con sendos convenios con Gendarmería para controlar las rutas y con Entre Ríos para el transporte que circula en esa provincia.
"Acá tratamos de controlar lo básico: se pide que el seguro esté al día, se exige la revisión técnica y se revisan las cubiertas. Después, el inspector ya tiene que pasar a controlar otro coche", se excusó, antes de reconocer que "en este momento de crisis tampoco le buscamos la quinta pata al gato".
La delegación regional hizo un pedido al interventor nacional de la CNRT, Pedro García, y a la Gerencia de Fiscalización del organismo, para que refuercen el plantel de inspectores. Todavía sin éxito.
La CNRT fiscaliza el transporte de pasajeros interprovincial, es decir que están bajo su lupa los ómnibus a Buenos Aires, los contingentes a Bariloche y todos los coches con destinos turísticos del país. Comparte su oficina con la Dirección de Transporte de la provincia, que debe controlar a los ómnibus que se desplazan dentro de territorio santafesino.
El organismo actúa de oficio o por denuncias específicas. Estas últimas se canalizan a través de llamados al 0800-3330300, o en la misma oficina. Sin embargo, Cáceres aclaró que no se reciben muchas quejas.