Tras el homicidio de Cristian la familia del camionero denunció haber recibido amenazas telefónicas. Incluso, el mismo día del hecho debió requerir protección policial porque los allegados a Espinoza, aseguraba, merodeaban su casa. Más tarde, esas mismas personas habrían sido quienes atacaron con piedras y palos la vivienda de Boja. Por esta situación hizo que la comisaría 18ª asignara una custodia a la familia. "A nuestro hijo lo mataron a quemarropa. Y quien lo mató está suelto y con la casa protegida", dijeron los padres del joven.
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