La sencillez de la vivienda de la familia Gonsevat no difiere de las otras en la zona. Pero a pesar de ser un barrio de trabajadores, humilde, la casa no fue la primera del vecindario en ser blanco de un robo. "Los ladrones rondan todo el tiempo", dijo uno de los familiares del hombre asesinado. "Hace poco robaron la casa de enfrente", indicó. Otra vivienda con paredes de ladrillo hueco, sin revoque, ubicada frente a la calle de tierra, surcada por zanjones de desagüe y canales que agua jabonosa que derivan de las casas. "La zona se volvió de terror", sostuvo un vocero de la subcomisaría 22ª que relacionó el aumento de los delitos a la consolidación de asentamientos precarios a partir del traslado de villas en otras zonas de Rosario.
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