Washington. - Nuevas denuncias contra el gobierno de George W. Bush. El Washington Post informó que un alto funcionario de la administración republicana del área dedicada justamente al control del denominado "crimen corporativo", fue directivo de una empresa de tarjetas de crédito que debió pagar más de 400 millones de dólares por malas prácticas comerciales y fraudes al consumidor. Larry Thompson, procurador general de la nueva agencia gubernamental contra los delitos económicos que azotan a EEUU, fue integrante del consejo directivo y presidente del departamento de auditoría de Providian Financial, una empresa de tarjetas de crédito para personas de bajos ingresos. Detentó estos cargos a partir de junio de 1997 y hasta su designación por acuerdo del Senado el 10 de mayo de 2001 en la administración federal republicana en el Departamento de Justicia. Thompson vendió, como es práctica en estos casos, su paquete accionario -de casi 5 millones de dólares- luego de la confirmación en su cargo. La venta accionaria se hizo algunos meses antes de que Providian comenzara a mostrar problemas que llevaron a su colapso y al despido de millares de empleados. Era una de las empresas más grandes del mercado de tarjetas de crédito para personas de bajos ingresos. El año pasado infló sus resultados financieros con honorarios excesivos a sus usuarios y otras prácticas que los reguladores estatales y federales consideraron contrarias a las reglas de protección del consumidor. La oficina de Thompson explicó que "el procurador general está orgulloso de su labor en Providian. El se enteró del fraude sólo cuando los investigadores de los entes reguladores comenzaron a actuar. Y entonces personalmente lideró la compañía para que actuara correctamente y ofreciera 400 millones de compensaciones y realizara reformas internas". El caso es que la actuación de Thompson en Providian coincide con el período en el que se concretaron las maniobras abusivas.
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