Naciones Unidas. - Después de semanas de lidiar con las demandas de Washington para que sus fuerzas de paz tengan inmunidad ante la Corte Penal Internacional (CPI), el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución que eximirá por un año a las tropas estadounidenses de ser procesadas en el nuevo tribunal que juzgará los crímenes de guerra. Al aprobarse la resolución, EEUU dejó sin efecto su amenaza de poner fin a las operaciones de paz si no obtenía la suficiente protección para sus ciudadanos en las misiones de la ONU.
Tras enérgicas críticas de sus aliados más cercanos y de un sinnúmero de naciones, el gobierno de Bush retiró el miércoles su demanda de inmunidad indefinida para sus soldados y funcionarios ante la Corte Penal Internacional y propuso una exención de proceso de 12 meses, sujeta a renovación. Pero aún así, al menos siete miembros del consejo, liderados por Francia, se opusieron a las nuevas propuestas estadounidenses alegando que estaban en contradicción con los estatutos de la corte, establecida para juzgar los crímenes más horrendos del mundo, lo que privó a Washington de los votos necesarios.
Los partidarios de la corte argumentaron que la inmunidad, siquiera por un año, equivalía a una enmienda del tratado, que permite al Consejo de Seguridad solicitar aplazamientos de hasta un año y caso por caso, no postergaciones generalizadas. El punto muerto en las negociaciones quedó resuelto cuando los principales partidarios de la corte -Gran Bretaña, Francia y Mauricio, propusieron el viernes que pedirían a la corte una postergación por 12 meses de cualquier investigación de personal anterior o presente de las fuerzas de paz de países que no apoyan el tribunal "en caso de necesidad".
La adopción de la resolución del Consejo de Seguridad no disimuló el fuerte enfrentamiento que opuso a Washington con casi todo el mundo. Este enfrentamiento parece estar lejos de haberse terminado. El embajador estadounidense ante Naciones Unidas, John Negroponte, afirmó claramente algunos minutos después de la votación que para Washington esta resolución sólo constituía "un primer paso".
La resolución 1422 prevé que la CPI no podrá iniciar, durante un primer período de un año, eventualmente renovable por períodos de doce meses, demandas contra los miembros de misiones de mantenimiento de la paz que sean oriundos de países que no firmaron el Tratado de Roma que creó la nueva jurisdicción internacional. "Vamos a aprovechar el año que viene para buscar garantías suplementarias que nosotros estimamos necesarias", anunció el embajador estadounidense antes de advertir solemnemente contra cualquier intento de la CPI de detener a un ciudadano estadounidense.
Debate en un punto muerto
El gobierno norteamericano, señalaban diplomáticos y analistas, se ubicó él mismo en un punto muerto al subestimar la unanimidad y la fuerza de la oposición que provocaría su pedido de inmunidad general y permanente para sus ciudadanos. Las cerca de tres semanas de consultas a puertas cerradas, de debates públicos, de tratativas y presiones ejercidas dejarán sus huellas, y los más ruidosos en su oposición a Washington fueron México y Canadá. "La gran irritación provocada entre nuestros vecinos del norte y del sur no es más que la punta del iceberg de los daños políticos que EEUU se causó a sí mismo con estas políticas", comentó Richard Dicker, de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Para el embajador canadiense Paul Heinbecker, la adopción de la resolución constituye "una triste jornada para la ONU". "No creemos que entre los mandatos del Consejo de Seguridad figure la interpretación de tratados que fueron negociados en otros ámbitos", agregó.(AFP y Reuters)