El empresario Guillermo Coppola declaró ayer en el juicio que por asociación ilícita se sigue contra el ex juez federal de Dolores Hernán Bernasconi y se mostró como una "víctima" del ex magistrado, quien amplió su declaración indagatoria y tildó al manager de Diego Maradona como el "jefe de la mafia de la noche, las prostitutas y la droga". El ex juez también sostuvo que a Coppola "se lo acusó de suministrar droga durante una fiesta de los jugadores del Napoli", recordó que se le prohibió la entrada a Estados Unidos y Japón y que "es sospechoso de ser el autor intelectual del crimen de su socio Poli Armentano".
Tras seis años de no verse las caras, desde que en 1996 el ex juez detuvo al empresario futbolístico, Bernasconi y Coppola volvieron a cruzarse acusaciones mutuas pero con los roles intercambiados: el primero como acusado de liderar una asociación ilícita que "armaba" causas contra ricos y famosos, y el segundo como querellante.
Durante sus dos horas y media de declaración Coppola se mostró como una "víctima" del ex magistrado a quien tildó de su "enemigo" y acusó por haberlo involucrado en una causa por tráfico de drogas en la que fue inocente.
Coppola inició su testimonio dando un pormenorizado relato de los días previos a su detención, el 9 de octubre de 1996, y recordó que los últimos días de septiembre de ese año llegó a Buenos Aires desde España, donde acompañaba a su amigo Maradona, cuando se enteró de que su hija Natalia había sido "desnudada y requisada por orden de un juez que buscaba drogas".
Coppola recordó que la semana que llegó a Buenos Aires primero detuvieron por tenencia de cocaína al ex futbolista Alberto Tarantini, que luego cayó el cuñado de Maradona, Gabriel Espósito, y que le advirtieron que después "venían por Diego y por mí".
La advertencia se hizo realidad durante la madrugada del 9 de octubre de 1996 cuando la policía allanó por orden de Bernasconi su piso de avenida del Libertador. Sobre aquella noche, el manager de Maradona dijo que se enteró del allanamiento desde la casa de su madre, donde se había mudado porque sabía que de un momento a otro la policía iba a caerle encima.
"Vi por la televisión cómo el ex magistrado intentaba hacerme quedar ante las cámaras como (el capo narco colombiano, Pablo) Escobar Gaviria o algún otro narcotraficante y no lo podía creer. Anunciaba el secuestro en mi casa de una cosa que nunca había existido", dijo Coppola en alusión al jarrón donde se encontró la droga.
Coppola denunció que el día en que lo trasladaron al juzgado de Dolores para su declaración, Bernasconi le dijo que su situación mejoraría si involucraba en el narcotráfico a Maradona y al conductor televisivo Marcelo Tinelli.
"Le dije que se había equivocado conmigo pero me respondió que si le decía todo lo que sabía de Maradona y Tinelli mi situación mejoraría. Maradona era el último eslabón de esta mentira", dijo Coppola.
Esta afirmación provocó el momento más tenso de la audiencia ya que, desde su asiento, Bernasconi golpeó su escritorio y exclamó: "¡Miente!", actitud por la que el presidente del tribunal, Luis Di Renzi, le llamó la atención y lo amenazó con hacerlo desalojar.
El contraataque de Bernasconi
El testimonio de Coppola no fue el único plato fuerte de la jornada ya que justo antes de que el manager de Maradona pasara a declarar, Bernasconi decidió ampliar su declaración indagatoria. El ex juez reiteró que es "inocente" y que "bajo ningún punto de vista" comandaba una asociación ilícita que perseguía ricos y famosos.
Para justificar su investigación sobre Coppola, el ex magistrado lo acusó de ser "la persona más sospechada por la sociedad argentina de ser jefe de la mafia de la noche, la prostitución y las drogas".
Al enumerar una serie de presuntos antecedentes por droga que Coppola tenía en Italia, el ex juez recordó que "se lo acusó de suministrar droga durante una fiesta de los jugadores del Napoli", recordó que se le prohibió la entrada a Estados Unidos y Japón y que "es sospechoso de ser el autor intelectual del crimen de su socio Poli Armentano".
Al respecto, Coppola aclaró más tarde que de todos los procesos en los que se lo había investigado salió "libre de culpa y limpio en mi nombre y honor". (Télam)