El peronismo es pura convulsión. La decisión de Carlos Reutemann de excluirse de la carrera presidencial dejó el tablero del PJ patas para arriba. Ahora, con ambiciones y desesperación, sus principales figuras buscan cómo reposicionarse. Mientras Carlos Menem pisa el acelerador luego de ver cómo se le despejó el camino para hacer realidad su sueño de regresar a la Rosada; el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, parece decido a desempolvar su candidatura presidencial. Paralelamente, Adolfo Rodríguez Saá advirtió que puede lanzarse por afuera del PJ, posibilidad que también estaría contemplando el mandatario santacruceño, Néstor Kirchner. Aunque los números de las encuestas no lo favorecen, De la Sota medita si se mete en la pelea interna. Por lo pronto ya habría dado una señal: se comenta que volvió a contratar los servicios del consultor brasileño Duda Mendonça, quien ya trabajó en varias campañas en el país y fue el creador de los famosos spots "Menem lo hizo". De todos modos, De la Sota consultará con los gobernadores peronistas para evaluar con qué apoyo interno cuenta. Por las dudas, ya se volvió a sentar a la mesa con el bonaerense Julio Alak, quien hace meses (cuando las sondeos le sonreían al cordobés) se había mostrado dispuesto a ser el vice. Pero De la Sota sueña con que su compañero de fórmula sea el pampeano Rubén Marín con el fin de fortalecer sus chances de éxito ante Carlos Menem. Es dudoso que Marín acepte enfrentar a Menem, a quien siempre le fue funcional y fiel. Como Eduardo Duhalde no admite la inexistencia de un candidato oficial que enfrente al riojano en las internas, seguramente De la Sota sentirá la presión presidencial para que tome el desafío. Incluso el gobernador bonaerense, Felipe Solá, es objeto de tironeos desde el duhaldismo para que se anime a una batalla fuera de su territorio. Menem, el gran beneficiado por el despiste del Lole, ya marcha a tambor batiente en procura de la tripresidencia. Conocedor como nadie del manual de la política, está pensando en un bonaerense como vice, y por eso ya ingresó en el terreno de los primeros sondeos. Los menemistas no descartan hacer contacto con Solá, ya sea para vice o bien para apuntalar su nueva candidatura a gobernador pero en un escenario despegado de Duhalde. En pocos días se espera que Buenos Aires se convierta en un duro campo de batalla. "Duhalde está desprestigiado. Ya no tiene capacidad de pago político y su tropa en la provincia se va a dispersar. Es hora de recoger heridos y sumar", evalúa el menemismo, que a la hora de hablar del vice, abre el abanico al máximo: "Si no es un bonaerense, puede ser Juan Carlos Romero (Salta) o Ramón Puerta (Misiones)", dicen. Aunque el empresario yerbatero habría comenzado a tirar cabos para ser segundo de Mauricio Macri. A la hora de hablar de economía, los menemistas no dejan de sorprender. Confiesan sin ponerse colorados que Menem podría convocar a Ricardo López Murphy como ministro, aunque no descartan para ese puesto a Pedro Pou o Carlos Melconian. Mientras la calesita gira, la mochila del presidente parece haber engordado. A los problemas nacionales se le sumaron los del partido que, hasta hace poco, suponía poder conducir. Aunque lo nieguen en público, los Duhalde (incluida Chiche) parecen sumidos en una profunda "depresión", admiten algunas voces en la Rosada. "Están tan caídos que hasta han dejado de hablar del proyecto Chiche gobernadora", confiesan. Kirchner, quien sigue en plena campaña (ayer estuvo en Catamarca), deslizó que está dudando si se presenta a la interna del PJ o va por afuera. La espina se la clavó el Lole: "La denuncia de Reutemann es gravísima, porque cuando él dice «vi cosas que no me gustaron», creo que tiene la obligación de decirle al pueblo cuáles son las cosas que vio, porque si pasan cosas raras en el poder, nos están afectando a todos los argentinos". Kirchner, quien aclaró que su proyecto y el de Menem son "antagónicos", por lo que el PJ "no puede presentar un proyecto unificado", dijo que sólo irá a la interna "si logramos cristalinidad, resolvemos los aparatos, el clientelismo y el poder". En una sintonía similar, Rodríguez Saá confesó ante la conducción de la CGT disidente que "si el PJ no le garantiza poder aplicar un programa que se ajuste a la doctrina peronista" evitará las internas y se presentará a los comicios por afuera de su estructura. Una calificada fuente de la central que lidera Hugo Moyano confió que que el ex gobernador puntano dejó en claro que se quedará dentro del justicialismo "si el PJ lleva un programa que responda a la doctrina peronista". Con el peronismo en semejante estado de ebullición, no faltan los que trabajan en proyectos para anticipar aún más las elecciones de marzo de 2003, alternativa que estuvo sobre la mesa de las conversaciones que el 3 de julio mantuvieron en Olivos Duhalde y algunos gobernadores del PJ. "Internas abiertas en septiembre, inmediatas elecciones generales y traspaso el 30 de diciembre. Año nuevo, presidente nuevo. No estaría mal", admiten los duhaldistas frente a la compleja coyuntura económica, política y social.
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