| | Los equipos continúan su trabajo Ningún conductor podrá escapar de las multas por exceso de velocidad No tuvo consenso la idea de suspender las sanciones
| Carla Rizotto / La Capital
Los conductores que fueron sorprendidos este año por los radares -instalados en la ciudad desde el mes pasado- deberán pagar las sanciones sin objetar. La esperanza de los infractores estaba depositada en un proyecto del concejal Jorge Serrano que planteaba dejar en suspenso las multas labradas a partir de estos controles hasta que se determinara la habilitación de los aparatos. Pero esta iniciativa no prosperó, y los equipos siguen controlando la velocidad en las calles de Rosario. Lo hacen con custodia policial y sin ningún elemento identificatorio. Después de seis meses -cuando expiró el contrato de la Municipalidad con la anterior empresa de radares- volvieron en junio pasado los controles a las calles rosarinas. Dos equipos móviles se instalan diariamente en distintos puntos de la ciudad y escrachan a los conductores que circulan a más de 40 kilómetros en calles y a más de 60 en las avenidas. Uno de los aparatos se ubicó ayer en la avenida de la Costa, y no contaba con la señalización requerida, tal como lo denunció Serrano: "Trabajan en forma totalmente irregular porque ni siquiera tienen elementos identificatorios". Quien nunca falta es el efectivo de la policía, que acompaña al empleado y al inspector de tránsito en cada uno de los operativos. "Es imposible trabajar sin custodia porque los conductores más irritables pueden llegar a tirarte con cualquier cosa, desde un zapato hasta una piedra", había dicho a este diario un encargado del manejo del equipo. Serrano presentó el proyecto para que las multas labradas este año por los controles con radares quedaran suspendidas hasta que se verificara la habilitación de los aparatos. Pero esta propuesta no tuvo consenso en el Concejo, es decir que la Municipalidad podrá seguir cobrando las sanciones correspondientes. Sin embargo, deberá remitir la documentación que avala el proceso por el cual se adjudicó el control de radares a una empresa privada. Además, tendrá que constatar que los aparatos estén perfectamente habilitados. Esto tiene que ver con que la Municipalidad contrató en forma directa a la empresa encargada de los controles, después de que la licitación quedara desierta. Por eso los concejales exigen ahora al Ejecutivo que informe en qué términos se logró la concesión y en qué condiciones están funcionando los radares.
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