Walter Palena / La Capital
"Lo vi más preocupado por el día después que por saber si ganaba las elecciones". El encuestador Hugo Haime le confesó a La Capital que esa fue la sensación que se llevó una vez que cruzó la puerta de la Casa Gris el lunes pasado, luego de conversar por más de una hora con el gobernador Carlos Reutemann. Haime aseguró que en la charla que mantuvo con Reutemann, éste no mostró demasiado interés sobre su posición en la interna peronista, sino que lo ametralló con preguntas sobre cómo recomponer el vínculo entre la población y los dirigentes. "Fui a contarle lo que yo percibo de los reclamos que está haciendo la sociedad argentina, no a tirarle datitos que hoy pueden estar en un lado y mañana varían hacia otro", dijo el analista, quien se encargó de remarcar que él fue quien le solicitó la entrevista al Lole y no a la inversa. Fue en ese marco de extrema labilidad en el escenario político y social por el que transitó gran parte de la charla. Haime le trazó un crudo panorama a Reutemann, donde no estuvo ajeno el análisis de los graves problemas estructurales que heredaría si llegaba la Presidencia: 30% de desocupación, volatilidad económica, conflicto social en aumento y, principalmente, el enorme desprestigio de la clase política, fundamental a la hora de transmitir la confianza necesaria en el terreno de la gobernabilidad y en el ejercicio del poder real. Cuando La Capital le preguntó qué candidato podría captar la franja de independientes que deja vacante Reutemann con su no postulación, Haime invirtió los términos de la ecuación: "El verdadero problema es quién capta ese 25 ó 30 por ciento de la sociedad argentina que no va a votar por ningún candidato. Cuando hablo de la reconstrucción de la confianza, me refiero a que hay un núcleo duro de la población que quiere que se vayan todos. Me parece, y eso se lo transmití, que los dirigentes que quieran ser candidatos van a tener que persuadir a ese núcleo duro, porque si no el gobierno que venga puede nacer débil. Eso es lo importante, lo estructural". Entre todas las variables que manejó, Reutemann habrá tomado nota del diagnóstico de Haime para decidirse por la negativa. No resulta casual que en la sorpresiva conferencia de prensa de ayer el gobernador haya remarcado varias veces la palabra "confianza". Es más, Reutemann dijo que si se logra reconstituir ese vínculo entre gobernantes y gobernados "el 50 por ciento de los problemas de la Argentina lo tenemos resuelto". Haime aseguró que abandonó el despacho de Reutemann sin tener "la mínima" convicción de lo que iba a revelar públicamente 48 horas después en la Casa Rosada. El analista, sin embargo, dijo sentirse asombrado por la decisión que adoptó finalmente el Lole. "Me sorprendió, pero en parte la comprendo", dijo, aunque se mostró hermético sobre si su crudo diagnóstico gravitó en la decisión de no presentarse como precandidato en la interna justicialista. "Repito, lo vi más preocupado por el día después", insistió Haime. Si bien, a juicio del encuestador, Reutemann no le solicitó números sobre su ubicación en la puja del PJ, igualmente le acercó los guarismo de la interna. Ese paper reflejaba una "paridad técnica" entre el Lole, Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá, pero con un plus de ventaja para el santafesino: tenía un buen caudal de votos sin estar lanzado como candidato, además del beneficio que le otorgaba un proceso electoral abierto con la inclinación de los independientes a su favor. Las razones que habrá sopesado Reutemann para no ir como candidato todavía son una incógnita, sobre todo si contaba, a priori, con todos los datos a su favor. Tal vez la intuición de que podría ser electo en un contexto de marcado abstencionismo, que le restaría legitimidad para encarar las reformas profundas, haya primado más en su análisis que en la alfombra roja que le tendió buena parte del peronismo.
|  Haime fue consultado por el Lole hace tres días atrás. |  | Ampliar Foto |  |  |
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