Carlos Colombo / La Capital
La feroz interna del justicialismo fue demasiado para Carlos Reutemann. No obstante, una reunión que mantuvo el gobernador, previo a su arribo a la Casa Rosada, habría sido otra de las claves de su decisión, anunciada en las propias narices del presidente Eduardo Duhalde. En su momento, el embajador de Estados Unidos, James Walsh, y el representante del Fondo Monetario Internacional Anoop Singh pidieron reunirse con Reutemann para conocer de propia boca del gobernador su visión de la crítica situación que atravesaba el país. En la mañana del lunes pasado Reutemann ya había decidido sus próximos pasos. Resolvió que no iría a Tucumán el martes y que viajaría a Buenos Aires para volver a recorrer los pasillos cargados con retratos de George W. Bush y Colin Powell de la embajada del barrio de Palermo. Si todos lo sindicaban como el "candidato del establishment", Reutemann quiso saber cuál sería la actitud de Estados Unidos respecto de los pagos de la deuda externa reprogramados para el año próximo, entre otras cuestiones. Duhalde aspira a patear el pago de casi 20 mil millones de dólares de intereses de la deuda para el 2003. Esto significa que el país deberá hacer frente, al cambio de hoy, de dos presupuestos nacionales completos: casi 80 mil millones de pesos. Lo cierto es que desde el país del Norte le hicieron saber a Reutemann que no habrá nuevas prórrogas y que la Argentina debía pagar caro el default. Bien vale recordar que durante la última década el país fue un alumno ejemplar y siguió a pie juntillas las recetas del FMI. Con ese panorama, y el convencimiento de que al próximo presidente se lo va a llevar también la crisis, Reutemann tenía decidido el portazo que terminó de consumarse en la Rosada (ver aparte). La pregunta que ahora queda flotando es si el "no" de EEUU abarca a todos los candidatos que se presenten en las elecciones o si nuevamente el hombre del establishment viene con tonada riojana. La conocida posición de Carlos Menem de dolarizar la economía e ingresar al Alca, sumado al viaje que realizó por EEUU hace casi un mes, deja la duda sobre si el pulgar cayó para Reutemann porque prefirieron jugar con alguien que le es más funcional y que lo demostró con creces. No obstante, hay varios dirigentes del peronismo santafesino que ya comenzaron a pensar en cómo recomponer la negativa del Lole y revertirla hasta transformarla en una precandidatura presidencial. "Vamos a poner al tren nuevamente sobre las vías", dijo una fuente. Nadie sabe si lo lograrán.
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