Buenos Aires.- Una jueza de garantías de Lomas de Zamora dictó la prisión preventiva a seis hombres como coautores del asesinato de un matrimonio y sus dos pequeñas hijas, muertos a golpes, tiros y puñaladas y luego incinerados, en el partido bonaerense de Avellaneda, el 21 de mayo pasado.
La medida, dictada por la jueza Liliana Natielo, involucra a Claudio Zier, Jorge Valdez, Eduardo Zier, Jorge Cabrera, Fabián Cabrera y Ariel Velarde, como coautores de homicidio agravado por la alevosía, la participación de más de dos personas y por ser cometido para lograr la impunidad.
Los procesados están acusados de asesinar al dueño de dos micros, Miguel Galván, su esposa Marina Moreira, su beba de tres meses y otra hija de la pareja, de seis años, el 21 de mayo pasado. Por el delito que se les imputa, los acusados pueden ser condenados a prisión perpetua.
La sospecha de los investigadores es que Claudio Zier ideó los crímenes porque presumía que Galván lo iba a echar del trabajo que le había dado como chofer de micros. También se cree que Zier pretendía quedarse con los bienes de las víctimas y estaba molesto por un dinero que le adeudaban.
En el caso de uno de los detenidos, también se lo acusa de encubrir el robo de un auto utilizado por los acusados el día en que fueron incinerados los cuerpos de las víctimas, contó una fuente de la investigación.
Tiros, puñaladas y mazazos
En la investigación que hizo el fiscal Oscar Acevedo se sostiene que Galván, de 41 años, su esposa y sus pequeñas hijas fueron asesinados a tiros, puñaladas y mazazos, y una semana después prendidos fuego por Claudio Zier, su hermano Eduardo, Jorge Valdez y los otros tres acusados.
La principal hipótesis es que Claudio Zier ideó los crímenes y luego los concretó con la ayuda de sus cómplices, indignado porque Galván lo iba a despedir como chofer de la flota de micros truchos que regenteaba.
La investigación determinó que Galván fue asesinado de cuatro balazos dentro de uno de sus colectivos, y luego llevado a su casa, donde los homicidas también mataron a su esposa y sus hijas.
La justicia y la policía trabajaron desde un principio en la hipótesis de que el móvil del crimen estaba relacionado con la actividad de Galván y llegaron a la conclusión de que se trató de "una venganza por cuestiones laborales".
"Nos enteramos que Zier iba a ser despedido por Galván porque se le había roto uno de los dos micros, y eso, sumado a que al chofer se le debía algo de dinero -no más de 100 pesos-, podría haberlo movilizado a cometer esta locura con sus cómplices", reveló una fuente policial.
Galván y su familia fueron encontrados asesinados el 28 de mayo último luego de que los bomberos apagaran un incendio en la vivienda que habitaban en el pasaje Virasoro al 100, en el partido bonaerense de Avellaneda. (Télam)