Washington. - La Cámara de Representantes de EEUU aprobó ayer un controvertido proyecto de ley para que los pilotos de aviones comerciales puedan llevar armas consigo en los vuelos, como un último intento para protegerse en la cabina de mando. La iniciativa, una medida que busca aumentar la seguridad de las aerolíneas casi un año después de los atentados del 11 de septiembre con aviones secuestrados, recibió 310 votos a favor y 113 en contra. En un cambio de último momento, los legisladores decidieron que el programa sea permanente y esté abierto a todos los pilotos comerciales en lugar del proyecto original que preveía una prueba de dos años con 1.400 pilotos. El proyecto involucra a más de 70.000 pilotos en EEUU y responde a los atentados terroristas del 11 de septiembre pasado, que también llevaron a una revisión más exhaustiva del equipaje, la instalación de más fuertes puertas de acceso a las cabinas y el empleo de más vigiladores aéreos encubiertos.
La iniciativa tuvo un fuerte apoyo bipartidista en la Cámara baja, dominada por el Partido Republicano, pero enfrenta fuerte oposición en el Senado y por parte del gobierno del presidente George W. Bush, así como del Departamento de Transporte. Varias propuestas similares han tenido poco o ningún respaldo. Pero grupos de pilotos respaldaron la idea.
Sin embargo, el futuro de la medida es incierto en el Senado, controlado por el opositor Partido Demócrata y donde algunos legisladores no están de acuerdo con que los pilotos puedan portar armas. El gobierno se opone también a la idea, argumentando que puertas más resistentes para separar la cabina de mando de la de pasajeros y agentes encubiertos para custodiar los aviones son opciones más seguras que la de permitir que los pilotos lleven armas.
Respaldo de los aeronavegantes
A pesar de las inciertas perspectivas para que la medida se convierta en ley, líderes de la Cámara de Representantes citaron un abrumador apoyo de los pilotos comerciales al derecho de portar armas y colocaron el proyecto en la vía rápida tras negociar un delicado acuerdo con los legisladores demócratas.
"Este proyecto de ley ofrecerá una capa de seguridad fuerte y adicional, una importante última línea de defensa contra los secuestros terroristas", sostuvo el representante Don Young, un republicano que copatrocina la iniciativa legal. En principio se pensó que el programa fuera realizado en varias fases y estaría abierto a las aerolíneas sobre bases voluntarias. (Reuters y DPA)