La presentación de un nuevo fármaco contra el sida ha puesto un signo de esperanza en la primera jornada de trabajo de la XIV Conferencia Internacional sobre el Sida, que se celebra entre el 7 y el 12 de julio en Barcelona. Paralelamente, en la primera sesión plenaria de la conferencia, dedicada ayer a analizar el impacto global del sida en el mundo, los ponentes coincidieron en reivindicar una mayor acción política en la lucha contra el sida, además de la necesidad de que los tratamientos sean abaratados para hacerlos accesibles también a países en vías del desarrollo.
Como "un hito en la historia de los tratamientos antivirales" presentó el doctor Bonaventura Clotet, director del servicio de sida en el hospital Germans Trias y Pujol de Badalona, el nuevo fármaco, llamado T-20 o Toro-20. Clotet, uno de los responsables del desarrollo de este nuevo fármaco, aseguró que los inhibidores de fusión suponen un avance parecido al que aportaron en el año 1996 los inhibidores de proteasa.
"Es una sustancia que evita que el virus penetre en la célula", explicó Clotet, "y servirá sobre todo a personas que están en tratamiento y han desarrollado resistencias". Desarrollado por las multinacionales Roche y Trimersis, el T-20 está basado en una nueva familia de fármacos, los llamados inhibidores de fusión.
El medicamento se encuentra en la fase tres de ensayos, y será comercializado a partir de finales de este año, principios del próximo. Sin embargo, ya ha levantado polémica.
Tras la sesión plenaria, y en referencia a los inhibidores de fusión, Bernhard Schwartlaender, director del departamento de sida de la Organización Mundial para la Salud (OMS), aseguró: "Es la primera vez que se han presentado tratamientos eficaces. Por primera vez, hay esperanza para la sociedad".
"Debemos presionar todos para que bajen los precios de los tratamientos", añadió. Schwartlaender recordó que de los 40 millones de personas que viven con el virus HIV, el 94 por ciento está en países en vías del desarrollo. "La mayor carga de esta epidemia la llevan las naciones que peor están equipados para afrontarla", dijo el experto, que reclamó que todos los países cumplan con el compromiso que suscribieron en la sesión especial de la Asamblea de la ONU sobre sida.
En relación a los nuevos fármacos, Robert Siliciano, uno de los investigadores más prestigiosos en el campo del sida, afirmó que "son buenos sobre todo para los enfermos que ya han desarrollado resistencias, pero no erradicarán los reservorios de las células que ya están infectadas y ese es el problema".
"No soy optimista sobre la curación, aunque sí lo soy sobre el control de la enfermedad", aseguró Siliciano. Aunque el virus persista en esos reservorios, el objetivo, según explicó Siliciano, es hallar tratamientos que sean efectivos para controlar la enfermedad y que no tengan efectos secundarios nocivos para el paciente.
Siliciano echó por tierra las expectativas de que se pueda crear en los próximos años una vacuna contra el sida. "El problema es que el virus se diversifica con una rapidez dramática, y eso dificulta la creación de una vacuna", dijo. (DPA)
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