Año CXXXV
 Nº 49.531
Rosario,
sábado  06 de
julio de 2002
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Modificaron la situación procesal de tres acusados
Definen el rol de los partícipes del asesinato de una anciana
Son un policía y dos mujeres involucradas en el robo, a quien otro cómplice asesinó a golpes

La Cámara Penal modificó la situación procesal de tres de los seis acusados de planear y ejecutar el robo y el homicidio de Rebeca Svaiger, una mujer de 73 años asesinada a golpes de puño en su departamento de la calle Entre Ríos al 400 el 2 de junio del año pasado. La decisión benefició a un cabo de la policía en actividad que planificó el crimen y a dos mujeres, entre ellas la pareja del suboficial, que cumplieron un rol secundario en la preparación del hecho.
El cabo Omar Orlando Osores, que aparecía como instigador, quedó procesado como partícipe primario de robo seguido de muerte, un delito que se castiga con penas de 10 años a 25 años de prisión. Marina Raquel González, una enfermera que cuidaba a Svaiger y fue quien suministró los datos sobre el botín y las llaves para entrar en el departamento de la víctima, irá a juicio acusada de partícipe secundaria de un robo simple. Y Silvina Sicurello, que es la compañera de Osores y participó en la preparación del atraco, ahora está procesada como partícipe primaria de robo calificado.
Estos cambios en las imputaciones colocan a ambas mujeres frente a la perspectiva de una pena más benigna para el caso de que finalmente resultaran condenadas.
En la causa hay otros tres implicados. Uno es Carlos Alberto Rivas, de 44 años, acusado de homicidio calificado como presunto autor material del asesinato. Otro es el camionero Cristian Cingolani, de 25, quien como González está imputado de partícipe secundario de robo simple. Y el tercero es Claudio Esteban Gorosito, cuya situación procesal aún no está definida.

Un golpe sin obstáculos
Svaiger fue sorprendida mientras dormía en su departamento del Edificio Rochadale I, de Entre Ríos 458. La mujer era sorda, tenía graves problemas de motricidad que prácticamente la mantenían postrada y además estaba sola porque su esposo, de 84 años, permanecía internado en el policlínico Pami I debido a que padecía trastornos coronarios.
La investigación del caso reveló que la anciana fue golpeada ferozmente en la cabeza, no con algún objeto sino con puños. Su cadáver había sido maniatado y además estaba amordazado. También presentaba pequeñas puñaladas en el abdomen y las piernas, aunque los médicos forenses dictaminaron que estas heridas no fueron letales. De su casa los ladrones se llevaron una suma de dinero y algunas joyas.
Las pesquisas de la Brigada de Homicidios también revelaron que fue González quien suministró a Osores los datos sobre el botín (dinero y unas joyas valuadas en 50.000 pesos) que podría encontrar en la casa de Svaiger. También fue ella quien le suministró las llaves del edificio y del departamento, a las que había tenido acceso ya que era la encargada de cuidarla.
Osores, que revistaba en la comisaría 10ª, planeó el atraco y contactó a Rivas, Cingolani y Gorosito para ejecutarlo. A las reuniones que mantenían para planificar el golpe asistía Sicurello, quien no ignoraba lo que allí se tramaba. Sin embargo, la Cámara Penal consideró que la intervención de González en el hecho se inscribe en la modalidad de lo que se conoce como "participación en cadena" ya que ella simplemente aportó un dato a alguien que a su vez luego se lo transmitió al autor material del robo seguido del homicidio. Según los jueces, difícilmente la mujer hubiera podido calcular el desenlace del robo al suministrar la información necesaria para perpetrarlo.
Distinta es la situación de Sicurello, quien según la Cámara alentó el robo que planeó su compañero.
Osores, en tanto, fue quien planeó el atraco y contactó a quien acabaría asesinando a la víctima y los otros dos sujetos que lo acompañaron hasta el departamento. "El debió conocer las calidades y conductas de las personas a quienes seleccionó para la ejecución del hecho", dijeron los camaristas. Y eso lo convierte en un participe primario del hecho más que en un instigador.
Por ahora los imputados están detenidos, aunque estos cambios en su situación procesal dejaron a González y Sicurello al borde de la excarcelación.



Svaiger fue asesinada en su casa de Entre Ríos al 400. (Foto: Hugo Ferreyra)
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