El gobierno dispuso ayer una reducción de las retenciones a las exportaciones de semillas de trigo, maíz, soja y girasol y de otras producciones regionales como maní y orgánicos, aunque mantiene los gravámenes sobre el resto de las exportaciones agropecuarias.
La noticia causó sorpresa y mucha confusión en el sector porque, en principio, la escueta comunicación del Ministerio de Economía no dejaba en claro si la reducción abarcaba también a todos los commodities, un rubro por el cual se había desatado una dura disputa entre el sector agropecuario y el gobierno.
Según fuentes de Hacienda, la medida representa una merma de 80 millones de dólares en la recaudación fiscal pero fue instrumentada para favorecer las economías regionales.
La resolución, que entrará en vigencia el próximo lunes cuando se publique en el Boletín Oficial, establece una reducción del 20 al 5 por ciento del impuesto a la exportación de las semillas de trigo, soja, maíz, girasol.
También incluye la merma en el mismo porcentaje para las ventas de maíz piscingallo y pasturas.
Por otra parte, las retenciones de maní, malta y todos los cultivos orgánicos certificados se reducen al 10 por ciento, mientras que quedan en 5 por ciento los gravámenes para los embarques de semillas de hortalizas, legumbres y frutas, cebolla, ajo, achicoria, arroz envasado, fibra de algodón y miel en envases chicos, entre otros.
El anuncio, que se realizó a última hora de la tarde de ayer, generó confusión en sectores de la producción y el comercio de productos agropecuarios pues, al principio, se creyó que la medida incluía al grueso de las exportaciones del sector.
A poco de esto, el gobierno ratificó que la reducción de retenciones sólo alcanzaba a las semillas y a un listado de rubros de baja significación en los negocios con el exterior.
Las economías regionales
"Esta medida se tomó para alentar las exportaciones de productos con fuerte incidencia de mano de obra en las economías regionales", aseguró un vocero del Palacio de Hacienda, a la hora de darle una explicación a la sorpresiva decisión.
Las retenciones a las exportaciones agropecuarias aportan ingresos de 1.200 millones de dólares por año para las arcas estatales y se estima que con esta rebaja "se resignan ingresos anuales por unos 80 millones de dólares", explicó el vocero.
El director ejecutivo de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Víctor Castro, también se manifestó sorprendido por la novedad aunque manifestó que desde distintas cámaras y entidades se habían presentando documentos a Economía para discutir esa cuestión.
"Argentina había ganado bastante terreno en la exportación de semillas que requiere un riguroso proceso de identificación, clasificación según las exigencias de los países compradores", indicó Castro y apuntó: "Lo que habíamos pedido es que se lo considere como una manufactura". Según el directivo ese mercado representa un ingreso de 50 millones de dólares al año para el país.
Los derechos a las exportaciones agropecuarias se establecieron en enero pasado durante la gestión del ex ministro de Economía, Remes Lenicov, para contener la suba de los productos alimenticios en el mercado interno y compensar la caída de las recaudaciones fiscales.