La Justicia mendocina aprobó la compra en remate por 510 mil dólares de la fábrica local Cristalería de Cuyo (Baigorria 2657), según aseguró ayer a La Capital el apoderado del grupo inversor, Hugo Ballester. El empresario dijo que la resolución favorable permitirá, en una primera instancia, que 150 operarios de la fábrica de botellas que estaba cerrada por quiebra desde septiembre del año pasado retomen sus tareas. Pero anunció que la cifra de empleados irá aumentando hasta alcanzar el total de 300 fuentes de trabajo. Dijo también que la fábrica estará en condiciones de producir unos 10 millones de botellas mensuales, lo que la convertirá "en la tercera cristalería de botellas del país".
El propio Ballester, apoderado de Emprendimientos del Valle -la empresa mendocina asociada con sidra La Farruca- confirmó el mes pasado que esa firma había señado la compra en remate de la planta fabril en Rosario, pero que faltaba la aprobación final de la operación por parte del magistrado.
La seña representaba el 23 por ciento de la compra de la planta de 35 mil metros cuadrados con sus dos hornos, más 1,5 millón de pesos en concepto de deuda impositiva provincial y municipal.
"Las maquinarias -advirtió Ballester- no estaban incluidas en el remate, por lo que le pediremos al juez que nos sean alquiladas por un tiempo; si no, no podremos comenzar a trabajar".
El empresario también anticipó a principios de junio pasado que los nuevos dueños estarían dispuestos a retomar a ex trabajadores de Cristalería (ver aparte), en caso de que el juez Héctor Fragapane, del Tribunal Nº1 de Procesos Concursales de Mendoza, aprobase la compra.
Ayer detalló que la fábrica tomará primero a 150 operarios para trabajar en uno de sus hornos (de 130 toneladas) pero que en breve empleará a más personas. Apenas la firma incorpore la línea de decorado de los envases (grabado de la tipografía) sumará 40 empleados y tras la reparación del otro horno (de 80 toneladas) la planta empleará al resto del personal.
Tras conocer la decisión judicial, Ballester enumeró los pasos a seguir por los nuevos dueños. "A partir de la notificación judicial tendremos unas dos semanas hábiles para pagar al contado la suma ofertada en el remate. De allí en más podremos abrir la fábrica en 90 días".
Apostar por Rosario
La crisis económica nacional no hizo dudar a los nuevos dueños de Cristalería de Cuyo al momento de apostar por Rosario. "Es un centro geográfico importante. Nos interesa por su puente (Rosario-Victoria) y porque es un paso hacia la Mesopotamia y el Uruguay, un país que no tiene cristalerías de botellas", señaló Ballester.
Luego añadió que estar cerca de los centros de consumo "no es un dato menor por estos días en que los gastos por flete aumentaron entre un 150 y 200 por ciento".
El empresario comentó también que las empresas Coca Cola de Argentina, Pepsi y una primera marca nacional de gaseosas, firmas que han decidido tras la devaluación abandonar los envases de aluminio y de plástico y volver al vidrio, estarían interesadas en elaborar sus botellas en Cristalería de Cuyo.
"Este es un dato alentador. El vidrio no aumentó más de un 30 por ciento con respecto al año pasado, por eso las empresas se volcarán por el material con el que trabajaremos. Seremos la tercera cristalería del país (después de Cattorini Hnos., con plantas en Buenos Aires y San Juan, y Cristalerías Rayen Curá, instalada en Mendoza) y tendremos tecnología de punta", anticipó.
Cristalería de Cuyo fue un ícono para la Rosario industrial de hace más de 40 años. Se inauguró en 1960. Llegaron a trabajar allí 1.100 operarios y producían 200 mil envases por días. A partir del 2000 comenzó su debacle, que llegó a su punto máximo el año pasado cuando, tras el despido de 200 trabajadores, la empresa quebró.
La Ciudad
