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Perros vagabundos

La invasión de perros vagabundos que pululan en el microcentro, especialmente en las peatonales, merece una reflexión. Las sociedades protectoras de animales se esmeran en conseguir la rápida libertad de los que son cazados, que vuelven rápidamente a deambular sin control. Mientras tanto, la sociedad protectora de las personas, nuestra Municipalidad de Rosario, ¿qué hace por quien debe amparar? Bien, gracias. Por consiguiente los irracionales nos ganan la partida. Semejamos más irracionales los que pagamos nuestros impuestos, creyendo que esos dineros servirán para, entre otras cosas, protegernos de las mordidas perrunas en las calles de la ciudad. Si la situación económica es el motivo preponderante de la falta de control canino, sugiero que a lo mejor apagando las luces del Teatro la Comedia, prendidas todas las noches sin motivo aparente, se comience a hacer un ahorro que sirva para empezar a solucionar el problema, porque si este tema trasciende y pese a la promoción que se hace, no creo que vengan muchos turistas a recibir dentelladas.
Bernardo Feldman