| | cartas La magia estuvo ausente
| Llegó a su fin el Mundial Corea-Japón 2002. Un torneo que deparó algunas sorpresas como la pronta eliminación de países que aparecían como candidatos y de otros que, impensadamente, llegaron a instancias de privilegio. Pero la magia estuvo ausente. Faltó en todo el desarrollo de la competencia el jugador distinto, el virtuoso con capacidad creativa y capaz de desatar el delirio de los aficionados con sus malabares futbolísticos. Faltó alguien que nos recordara a Diego Armando Maradona, pero no pudo ser, y estoy convencido de que difícilmente en los campeonatos venideros se dé un fenómeno así dotado y de tan envidiable dimensión deportiva. Era previsible que la magia estaría ausente, porque Diego ya no pisa el césped y no puede "dibujar" dejando adversarios en el camino para ponerle un moño a la pelota, detrás de la línea de sentencia. Pablo Ocampo
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