Elbio Evangeliste / La Capital
-¿Por qué amante del fútbol? -No lo sé. Me gustó siempre. Es como si me preguntás por qué hay árboles o por qué el cielo es azul. -¿Por qué hincha de River? -Por herencia. Incluso me tocó vivir los años en los que no salía campeón, no fue simplemente por ser hincha del que gana. -¿Qué te pareció la selección? -Bien, al margen de que hubiese preferido que estuvieran Saviola y Riquelme. Te juro que siempre dije que iba a haber dos situaciones en que ellos iban a faltar, una si íbamos ganando, para tenerla, como contra Nigeria; y otra si íbamos perdiendo, ya que lo peor para un defensor es que te entre una ardilla como Saviola. -¿De quién es la responsabilidad? -De todos. Son responsables pero no de un fracaso, sino de un ciclo que terminó mal. Creo que Bielsa es un capo, pero no tenía experiencia dirigiendo a equipos grandes. -¿Los políticos piensan en la gente como dicen? -No, absolutamente. Si no, no tendríamos la Argentina que padecemos. -¿Son caraduras, mentirosos...? -Son mentirosos y muchos rozan la traición a la patria, son insensibles y se tienen que ir aquellos que fueron responsables de una gestión que nos llevó a este desastre. -¿Hay que "arreglar" con el FMI? -Para un economista habría que hacerlo, desde el lado de la dignidad yo digo que no. Recibiendo sus recetas los resultados están a la vista. Si los argentinos estuviéramos unidos tendríamos todo para seguir sin la ayuda del FMI y para soportar la presión, el bloqueo y todas las porquerías que nos mandarían para que truene el escarmiento. -¿Quién fue el peor presidente constitucional desde Alfonsín en adelante? -Menem, sobre todo porque fue el que tuvo más tiempo para serlo. -¿Qué te sugiere cuando alguien dice "con los militares esto no pasaba"? -Con ellos pasaron cosas peores. Los militares llegaron con un contexto económico como para convertirse en San Martín, sin deuda externa y tal vez sin apoyo, pero sí con consenso popular, y a pesar de ello son los iniciadores de esta realidad. Además, el sufrimiento del pueblo fue terrible con los desaparecidos, los muertos, los chicos de Malvinas, los exiliados. A lo mejor a alguien le fue mejor en esa época, pero lo que pasó el último 20 de diciembre, que hubo treinta muertos, con los militares habría que multiplicarlo por mil. -¿Rodríguez Saá jugó a ser presidente? -No creo. Intentó hacer una gestión que si cumplía con lo que pregonaba nos hubiese ido mejor que como nos está yendo con Duhalde. Los que juegan con eso son los que tienen el poder y deciden ponerlo o sacarlo. -¿A quién votarías ahora? -A alguien que represente lo nuevo, a las asambleas vecinales, a los piqueteros, los chacareros, y que no tenga manchas en su legajo, o mejor dicho en su prontuario. -¿La violencia en el fútbol existe como tal o es una consecuencia de la sociedad en la que vivimos? -Es una consecuencia. Hay violencia en todos lados, en las discotecas, en el tránsito. Hace un tiempo estuve en Canadá y un amigo me contaba del respeto que existe allá y yo le dije que eso lo arruinaba en cinco minutos, si a ese paraíso le ponía un 30 por ciento de desocupación. Eso lo genera la desigualdad. -¿Creés en Moyano? -Creo que debe ser bueno para su sindicato. Es el representante legal y democrático de su grupo, pero a mí no me representa. No me siento identificado con él y su manera rebelde me parece condicionada. -¿Estás a favor de los cacerolazos? -Seguro. La gente debe manifestarse y tratar de corregir el rumbo. -¿Por qué fueron desapareciendo? -Porque el pueblo es maduro y sabe que si quiere puede sacar en unos minutos al gobierno de turno, pero creo que no tiene en claro a quién poner. La cacerola está lista. -¿A De la Rúa lo tumbaron? -Creo que lo tumbó su inoperancia y también influyeron quienes no le hacen la vida imposible a Duhalde. -¿Es cierto, relativo o mentira que la religión es el opio de los pueblos? -No creo que sea cierto. Mucha gente mantiene su mística y la aplica en sus acciones, pero tampoco creo que la fe religiosa deba ser la ideología de un pueblo. La elección de su destino debe ir por otro lado. -¿La Iglesia pregona el Evangelio? -Por supuesto que no. Muchos de sus miembros sí son perfectamente cristianos, caritativos y desinteresados, pero como institución no lo hacen, aunque esto viene desde hace cientos de años. El hecho de poner una cuota en sus colegios para que pueda acceder al conocimiento y a su fe el que tiene plata y el que no, no. Eso no lo vi en la Biblia, y eso que la leí. -¿Creés en los curas sanadores? -No, no creo en poderes sobrenaturales para curar. -¿El que lo hace es un chanta? -Creo que ellos no se proclaman de esa manera, pero si lucran con eso seguramente son unos chantas. -¿Sentís algo en especial cada vez que vas a Pavón Arriba (su pueblo natal)? -Sí, mucha emoción, sobre todo porque tengo muchos seres queridos en el cementerio. Lo raro es tener una tumba con tu propio nombre, ya que mi abuelo también se llamaba Ignacio. Lo que más amo no sé si es Pavón Arriba o mi propia niñez, que es adonde quiero volver cada vez que voy.
| Para el cantante, la dignidad no se negocia ni con el FMI. | | Ampliar Foto | | |
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