Jorge Salum / La Capital
El Club Atlético Rosario Central debe pagarle a una hincha fanática de Newell's Old Boys casi 100.000 pesos de indemnización por la muerte de su compañero, que fue asesinado en el Gigante de Arroyito en 1992, antes de un clásico. Como no lo hace, los abogados de la mujer ya comunicaron a las autoridades del club que están autorizados judicialmente a embargar el dinero de cualquier transferencia para poder cobrar esa suma y exigieron a la AFA que en caso de una hipotética venta no extienda el transfer respectivo hasta tanto la institución local no cumpla con esta obligación. El embargo permitiría por fin a Noemí Raquel Durán cobrar la indemnización por el asesinato de Osvaldo Antonio Laurino, tal como lo resolvió el Tribunal Colegiado Nº1 de Rosario el ya lejano 1º de diciembre de 1999. Laurino fue baleado por el agente de policía Sergio Luis Gómez el 7 de octubre de 1992 cuando ingresaba al Gigante de Arroyito para ver el clásico entre Rosario Central y Newell's. Según se comprobó en una investigación encabezada por el juez de Instrucción Nº11, Carlos Alberto Triglia, Gómez disparó su arma reglamentaria sin ningún motivo, ya que la víctima no lo agredió y en ese momento ni siquiera había incidentes. El proceso penal contra Gómez nunca concluyó porque el policía fue declarado demente y por lo tanto la causa fue archivada. Pero la demanda civil por daños y perjuicios siguió adelante y finalmente el Tribunal Colegiado Nº1 condenó a pagar las indemnizaciones correspondientes a Rosario Central y a la provincia de Santa Fe por la condición de empleado policial del homicida. La decisión favoreció por un lado a las dos hijas de Laurino y por otro a Durán, célebre en el ambiente futbolístico a raíz de su reconocido fanatismo por Newell's y fundadora y líder de lo que se conoció como La Barra de Raquel. Sin embargo, a pesar de que el fallo de los jueces Ricardo Netri, María Angélica Rodríguez y Fernando Longhi ya tiene dos años y medio de antigüedad, Rosario Central nunca hizo frente a esta obligación. El 7 de octubre de 1992, Rosario Central y Newell's jugaron en el Gigante de Arroyito. Eran las 15.20 cuando Laurino entró al estadio junto a un grupo de hinchas rojinegros. Estaba en el pasillo ubicado debajo de la tribuna visitante en el momento en que le dispararon. Todos los testigos coincidieron: fue el agente de la policía provincial Sergio Luis Gómez, quien ese día estaba de franco y por lo tanto no era parte del operativo de seguridad con 900 efectivos que montó la Unidad Regional II para velar por la seguridad de los espectadores, el que disparó. Laurino no iba armado, lo cual echó por tierra la versión oficial acerca de la presencia de un arma entre los hinchas de Newell's para justificar la reacción de Gómez.
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