Fernando Toloza / La Capital
"Episodio II: el ataque de los clones" se estrena hoy a la medianoche en los cines Village, Del Siglo y Monumental, con cinco copias. El segundo capítulo de la saga "Las guerras de las galaxias" llega a más de un mes de su estreno en los Estados Unidos y tendrá una dura competencia por la gran oferta de películas de la temporada invernal, que suman una decena. Para esta nueva entrega de la saga, George Lucas se puso otra vez en el sillón de director. Ya lo había hecho con "Episodio I", con la cual regresaba a esa función después de un largo paréntesis, donde había estado dedicado a la producción. Con "Episodio II" Lucas profundiza la idea de mostrar cómo se forma un villano. El malvado en cuestión es Darth Vader, el misterioso hombre de negro que sedujo a varias generaciones con la primera parte de la trilogía. El director partió de la suposición de que Darth Vader en algún momento había sido un niño y como tal, alguien sin maldad. Entonces, inició "Episodio I" con el hallazgo de Anakin Skywalker, un niño con poderes especiales. Y ahora sigue con la juventud de Anakin, donde las tentaciones del mal se hacen presente en la vida del muchacho a la vez que descubre el amor. "Episodio II" se desarrolla diez años después de los hechos narrados en "Episodio I: la amenaza fantasma". La República continúa inmersa en conflictos y Obi-Wan Kenobi, Padmé Amidala y Anakin Skywalker se vuelven a reunir por primera vez desde el conflicto entre la Federación de Comercio y Naboo, planeta natal de Padmé. Anakin ha crecido hasta convertirse en el consumado aprendiz Jedi de Obi-Wan (papel otra vez a cargo de Ewan McGregor), y se enamora de Padmé (Natalie Portman), quien le corresponde, pero advierte que en Anakin hay algo que tiende hacia el mal. La apuesta de Lucas es clara: alguien que se inclina al mal también puede enamorarse y tener hijos, casi como en las tragedias griegas, aunque en el mundo de "La guerra de las galaxias" el sentido trágico haya sido limado para lograr un final feliz. Un final esperanzador donde se plantea que los hijos pueden distanciarse de la locura de sus padres y heredar sólo los rasgos positivos. "Lo que me llevó a rodar esta nueva trilogía fue crear una historia acerca de alguien que comienza siendo bueno, pero que después es seducido por el lado oscuro y se convierte en alguien malvado, y que al final termina siendo redimido", dijo George Lucas sobre las nuevas películas de "La guerra de las galaxias". Para Anakin Skywalker en sus años juveniles, Lucas quiso a actores desconocidos. El primero fue Jake Lloyd, el niño de "Episodio I: la amenaza fantasma". Para "Episodio II", después de una búsqueda que llevó más de medio año, los encargados de casting del estudio de George Lucas descubrieron al joven canadiense Hayden Christensen, quien también protagonizará "Episodio III". La elección de un rostro no famoso para el héroe central ya la había usado Lucas para las tres películas de la primera serie, donde Luke Skywalker, uno de los hijos de Anakin, fue interpretado por Mark Hammill. Pero más allá de la trama amorosa, "Episodio II" promete mostrar con más detalle el mundo político de la saga y también nuevas geografías, como el planeta Geonosis, y aspectos no vistos del planeta Coruscant, que hacen a la vida cotidiana, como los bares y las calles. Es decir, un aspecto más humano en el gran fresco de la técnica digital.
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