Año CXXXV
 Nº 49.527
Rosario,
martes  02 de
julio de 2002
Min 8º
Máx 14º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






El comisario y el caballo

Alejandro Cachari / La Capital

Las encuestas dicen que el gusto popular sindica a Carlos Bianchi por amplio margen..." A Grondona jamás le importaron las opiniones ajenas, o alejadas, a sus preferencias.
"Inesperadamente, en un país exitista por antonomasia, Bielsa está segundo en la nómina..." Jamás, desde que el ex Independiente está al frente de la AFA un técnico que no fue campeón del mundo se quedó en el cargo.
Está claro que cualquier decisión será tomada por el fundador de Arsenal que ya anunció que entre mañana y el viernes se reunirá con Pekerman para tomar decisiones. No habría por qué suponer que el DT será alguien diferente al ex campeón del mundo al mando de las selecciones nacionales menores de 20 años.
Bien podría suponerse, con el cargo casi otorgado, que José ya tuvo su chance y se la entregó a Bielsa. ¿Acto de grandeza o temor a no estar a la altura de las circunstancias? En cualquier caso, ese no es un detalle soslayable. Al menos debe instalarse en la mesa de las negociaciones.
A propósito, ¿dónde está Pekerman? ¿No debió acompañar a Bielsa frente a las cámaras en la caótica conferencia de prensa de Ezeiza el día del regreso? ¿Acaso no es el máximo responsable del proceso? Fue nombrado coordinador general de selecciones nacionales y aún no dio la cara. Compréndase que no se trata de un delincuente, ni nada cercano, pero su dignidad debió exigirle que estuviera al lado del solitario entrenador derrotado. ¿Por qué no estuvo? ¿Por qué no habla?
Si Grondona mantuviera su línea bien podría incluir a José en el fracaso; más bien debería. Pero el titular de la AFA, hasta aquí, hizo todo lo contrario. En sus declaraciones, siempre lo separó de Bielsa, aunque lo haya hecho de manera tácita, sin afirmaciones deliberadas; como es su costumbre. Todo pasa para el presidente. ¿Habrá pasado Pekerman? ¿O querrá que el tiempo cicatrice las heridas y los recuerdos juveniles revaloricen a un entrenador que asumió la peor de las actitudes: se escondió.
¿Alguien puede poner en un plano de igualdad las dificultades que ofrece una selección mayor con las de una de menores?
Sin ser drásticos, bien podría considerarse que son casi dos deportes diferentes con la misma cantidad de protagonistas y ámbitos parecidos; pero jamás idénticos.
El TC no es lo mismo que la F1. Un mundial de la Fira (torneo ecuménico de rugby juvenil en el que Argentina fue varias veces campeón) no es lo mismo que conformar el equipo de Los Pumas que si la hazaña los acompaña pueden pelear por ser los mejores del segundo pelotón.
En el mejor de los casos, y antes de que Grondona se decida, debería suceder algo impostergable. Que Pekerman dé la cara.


Notas relacionadas
Argentina: ¿La selección de José Pekerman?
Diario La Capital todos los derechos reservados