El ministro de Economía, Roberto Lavagna, finalizó ayer su misión de tres días a Washington con la seguridad de que el país no entrará en default con los organismos internacionales de crédito durante el mes de julio. Así lo aseguró el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, quien además se comprometió a respaldar al país en las negociaciones para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según informaron fuentes ministeriales.
Luego de un encuentro que Lavagna mantuvo en la capital norteamericana con Iglesias, voceros de Economía aseguraron que el titular del BID se comprometió a estudiar la postergación de un vencimiento de 800 millones de dólares que el país debe cancelar el 17 de julio, y dijo que "la Argentina no entrará en default con el BID".
Habida cuenta de que el FMI también había dado el viernes un principio de acuerdo para reprogramar un pago de 1.000 millones de pesos que vencía el 15 de julio, Lavagna retorna al país con la tranquilidad de que el país quedó a salvo de caer en un default con los organismos de crédito o de tener que apelar a las menguadas reservas monetarias para evitarlo.
De todos modos, el Fondo dejó en claro que aún queda un camino por recorrer antes de cerrar un acuerdo, porque antes habrá que monitorear la evolución del plan canje de bonos, la reestructuración del sistema financiero y la confiabilidad del plan monetario argentino. Quitado el fantasma de un default inmediato, también se abre la posibilidad de un cronograma de negociaciones más prolongado con el organismo multilateral, que marcharía a contramano de las urgencias de las autoridades nacionales por dar una mayor cuota de certidumbre al mundo financiero, tal como lo planteó ayer el presidente Eduardo Duhalde (ver aparte).
En Economía resaltaron que Iglesias viajó especialmente a Washington para reunirse con Lavagna, y justificaron que no haya anunciado ayer mismo la postergación por "una cuestión técnica".
"Iglesias no podía anunciar él solo la decisión, porque hay en el medio varias instancias en las cuales debe revalidarse, pero sí aseguró que Argentina no va a entrar en default y que no va a tener que usar sus reservas para pagarle", agregaron.
En el encuentro no se habló del programa monetario que presentó el Banco Central al Ejecutivo la semana pasada, y que Lavagna se ocupó de defender ante la cúpula del FMI en sus reuniones de los últimos días. Tampoco se trató un tema íntimamente ligado al problema monetario, que fue objeto de fuertes discusiones en las rondas de esta semana en Washington: el Plan Boden con el cual Economía busca resolver el problema del corralito.
Así, la delegación argentina abordó anoche el vuelo para volver al país. Lavagna viajó a Washington con el objetivo de avanzar en las negociaciones con el FMI y conseguir la postergación de los vencimientos que la Argentina tiene que afrontar con los organismos multilaterales de crédito, que para este año y el próximo llegan a los 18.000 millones de dólares, de los cuales unos 1.800 vencen a mediados de julio.
El ministro regresa con el compromiso del FMI de postergar el vencimiento de 1.000 millones de dólares que opera el próximo 15 de julio, una decisión que podría ser confirmada luego de que concluya su trabajo la misión que el organismo se comprometió a enviar a Buenos Aires. El compromiso de Iglesias por los 800 millones quedó también supeditada al acuerdo previo del FMI.
Anteayer, el ministro acordó con el FMI la llegada de una misión a Buenos Aires la próxima semana para analizar el futuro del sistema bancario y financiero, al tiempo que se determinó la creación de una "comisión de expertos" para estudiar la nueva política monetaria.
Lavagna aseguró ayer que la Argentina aplicará el programa monetario diseñado por el Palacio de Hacienda y destacó que el FMI reconoció que dada las características de Argentina "nadie puede decir que programa es el mejor".
"Quedaba pendiente una discusión sobre política monetaria y ahí teníamos posiciones distintas y hemos llegado el reconocimiento de que ni el gobierno argentino ni el FMI puede asegurar cien por cien cuál de los dos programas monetarios es mejor", explicó Lavagna en referencia a las reuniones con las autoridades del FMI.
"Vamos a continuar con nuestro programa monetario y cambiario sin modificaciones", sumado al "monitoreo" que harán un comité de notables internacionales con las autoridades locales, afirmó.
"El dólar debería bajar"
Lavagna rechazó que se esté pensando en un viraje hacia la dolarización o en una nueva convertibilidad y justificó el monitoreo de los expertos en que "no hay demasiadas experiencias y hace falta un poco más de tiempo para ver cómo evoluciona la demanda, el comportamiento de los bancos y del público".
Respecto del efecto que debería provocar la postergación de los vencimientos que debía pagar Argentina a medidados de julio, Lavagna consideró que "en un país lógico, no cabe mucha duda de que esto baja tremendamente la incertidumbre y cuando baja la incertidumbre, baja la cotización", del dólar.
"Pero tenemos algunas características muy particulares, hay un grado de agitación, no ya en la gente que se justifica por las pérdidas que tuvo que sufrir, sino en los dirigentes que a veces hace muy difícil prever la evolución", comentó.
Finalmente, el ministro de Economía destacó la reunión con el presidente del Banco Mundial, James Wolfenshon, cuya entidad enviará una misión la próxima semana para constatar la evolución de los programas sociales.