"Señores, pasen y vean. Tenemos la fiesta que usted está buscando". Bien podría ser ese el lema de la provincia de Huelva y, al igual que en el resto de España, no sería exagerado. Pues bien, aquí van unas pocas sugerencias modestas y sin pretensiones de marcar un ranking cualitativo. La elección contempla el placer de la buena mesa, un recorrido por vinos y brandys que fortalecen el ánimo y, como para que no quede la errónea idea de un programa que sólo valora la vida sibarita, incursiones en las aventuras de la conquista de América. Hechas estas salvedades, comienza el recorrido. Las Fiestas Colombinas son las más conocidas. Se realizan el 8 de septiembre y están estrechamente ligadas al descubrimiento de América. El imponente Festival de Danzas Iberoamericano y las principales figuras del toreo en su antigua plaza de toros conforman esta propuesta, que transmite sabor a gesta histórica, a leyendas de mar y conquista. Previamente, el 3 de agosto, la Real Sociedad Colombina Onubense celebra el aniversario de la partida de Cristóbal Colón desde el puerto de Palos de la Frontera, en el viaje que devino en el descubrimiento de América. Los actos tienen lugar en el monasterio de La Rábida, emblemático reducto donde Colón expuso su proyecto ante los reyes. Desde dos días antes, la centenaria Real Sociedad Palósfila Pinzoniana recrea el ambiente, el teatro e incluso la gastronomía de la Edad Media. Y, de paso, se puede observar la restaurada casa familiar de los hermanos Pinzón, dos de los hombres más cercanos a Colón en la travesía. El 12 de octubre, obviamente, el municipio celebra el descubrimiento. Por eso, si quiere escuchar aventuras de marineros no lo dude: ponga proa rumbo a Palos de la Frontera, a pocos kilómetros de la ciudad de Huelva. En la ciudad de Moguer también se puede soñar con conquistas de tierras vírgenes o bien con interiorizarse sobre la vida del poeta y narrador Juan Ramón Jiménez, un hijo dilecto de la ciudad y símbolo de la poesía española a principios de siglo XX. Y si "Platero y yo" fue parte de su infancia, no se olvide de visitar la Casa Museo de Jiménez. Aquí también se recuerda a Colón: en un ambiente acorde con el acontecimiento, se lee el diario de a bordo del almirante, un ejercicio que lo trasladará a la Moguer del siglo XV. Para el final, deje el majestuoso convento de Santa Clara. Pero, quedó dicho, en Andalucía no sólo de historia vive el turista. Por eso, entre el 19 y el 23 de septiembre, si desea internarse en el mundo del vino y el brandy haga un espacio para visitar La Palma del Condado, una villa de origen romano, bella y señorial, ejemplo incomparable del barroco onubense. Allí, en ambientes típicos, bajo espesas sombras de parras que protegen del último sol del verano, podrá degustar exquisiteces. Ahora, la mejor mesa: del 18 al 20 de octubre, después de pasar por los vinos, es tiempo de la comida. En Aracena se celebra la Feria Regional del Jamón y Cerdo Ibérico. Si está dispuesto a apreciar el sabor típico, inconfundible, que permanece inalterable al paso del tiempo, agradecerá haber pasado por aquí. Ya se sabe: el jamón español es marca registrada. Y una advertencia: en algún momento tendrá que levantarse de la mesa. Estas son apenas algunas propuestas y casi no hace falta decir que hay fiestas todo el tiempo y por los motivos más diversos que imagine, para sentirse parte o mirar, simplemente, con ojos de turista. De algo puede estar seguro: si busca una fiesta tradicional, con todo el color y el sabor de lo típico, la encontrará. El espectáculo comienza cuando usted llega. R.P.
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