Año CXXXV
 Nº 49.525
Rosario,
domingo  30 de
junio de 2002
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La sexualidad: un tema para enfrentar, no para ocultar

El baile también es un lugar en donde aparece la sexualidad de los jóvenes discapacitados. Algo de lo que se habla muy poco y generalmente aparece oculto, inclusive entre la gente que trabaja con estos chicos. No obstante, el médico sexólogo y educador, Carlos Soto Payva, reconoce que en este tipo de encuentros aparece la "excitación y hasta posibles orgasmos" y lo considera "fantástico" ya que es una "modalidad de canalizar su energía libidinal". En este tema, el profesional cree que es fundamental el papel de la familia y cómo encara la sexualidad de los jóvenes.
De antemano, el médico aclara que en la discapacidad intelectual existen tres edades: la cronológica, es decir la cantidad de años de vida; la social, en relación al desenvolvimiento en los medios barrial, familiar y escolar; y la mental. "Un chico puede tener 30 años, desempeñarse como un adulto en el contexto social y tener una edad mental de 4 años", ejemplifica.
Soto Payva está convencido de que el baile es una posibilidad de encuentro y socialización de la sexualidad y, de acuerdo a las circunstancias, aparece la excitación y hasta posibles orgasmos. "Esto es fantástico, porque es una modalidad más de canalizar su energía libidinal que de lo contrario se manifiesta a través del autoerotismo (masturbación), que no siempre es tolerado por los adultos", comenta.
El interrogante de muchos es si este tipo de espacios les hace bien a los discapacitados. "Depende del contexto familiar -responde el sexólogo- y qué expectativa tienen y cómo encaran la sexualidad de los chicos, condicionada a la propia de los tutores". "Los padres deberían plantearse que el encuentro corporal (baile) puede ir generando otras situaciones y hasta desembocar en un encuentro más íntimo y allí habrá que empezar a pensar en resolver cuestiones sobre la anticoncepción y el contagio de enfermedades transmisibles sexualmente", explica.
Consultado sobre si un discapacitado mental puede mantener relaciones sexuales, tener hijos y formar una familia, el profesional insistió otra vez con el papel de la familia: "Dependerá de hasta qué punto está dispuesta a aceptar a acompañar y tutelar un matrimonio entre discapacitados y la posibilidad de un futuro hijo".


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