Bogotá. - La principal fuerza guerrillera de Colombia conminó a todos los alcaldes del país a renunciar en forma inmediata so pena de ser secuestrados o ejecutados, en la más grave amenaza a las autoridades civiles en medio del conflicto interno. La amenaza de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) contra los 1.097 alcaldes del país es un serio desafío al funcionamiento del gobierno de Andrés Pastrana y el que instalará su sucesor, Alvaro Uribe, el 7 de agosto. La amenaza incluye al alcalde de Bogotá, Antanas Mockus.
Las Farc, que justificaron la decisión como una respuesta a la ruptura de las negociaciones de paz por Pastrana en febrero, dijeron que su actitud busca impedir el ejercicio de sus funciones por representantes del Estado en todos los municipios de este país de más de 40 millones de habitantes. "O renuncian inmediatamente o serán ejecutados", dijo un comunicado del grupo guerrillero leído a Reuters el martes en la noche en una zona montañosa del centro de Colombia por "Byron", comandante de un frente rebelde. "Ha llegado la hora en que los colombianos construyamos un nuevo poder popular, digno, soberano, honesto y democrático, para lo cual, debemos empezar por desconocer las viejas instituciones y los representantes del Estado burgués terrateniente", agregó.
Es la primera vez que un jefe rebelde admite la existencia de las amenazas contra los mandatarios locales, varios de los cuales han renunciado para poner a salvo sus vidas. Las intimidaciones de las Farc, con 17.000 combatientes, también incluyen a concejales, jueces y fiscales. Los alcaldes en Colombia son elegidos por votación popular para un período de tres años.
Los mandatarios son blanco de presiones y ataques de la guerrilla izquierdista y de los paramilitares de ultraderecha en el marco del conflicto interno de casi cuatro décadas que dejó 40.000 muertos en los últimos dos lustros. En lo que va del 2002 ocho alcaldes han sido asesinados.
Plantean un nuevo poder
"Byron", quien vestía un traje verde oliva, gorra camuflada y portaba un fusil Galil de fabricación israelí, dijo que la decisión de no dejar funcionar al poder municipal es en respuesta a la guerra que les declaró el gobierno con la ruptura de una negociación de paz de más de tres años. "El Estado nos ha declarado la guerra total, nosotros respondemos al Estado de manera política, desconociendo a sus representantes y a sus leyes", dijo el líder rebelde en una casa ubicada en una fría zona montañosa, donde se encontraba escoltado por varios guerrilleros fuertemente armados. Un equipo de Reuters logró entrevistar a "Byron" después de dos horas de camino por una escarpada montaña, neblina, llovizna y bajas temperaturas.
Pastrana rompió en febrero las conversaciones con las Farc acusando a los rebeldes de usar un enclave desmilitarizado de 42.000 kilómetros cuadrados para esconder secuestrados, entrenar a sus combatientes y traficar con drogas y armas. "El desconocer la estructura básica del Estado en los municipios tiene como propósito la construcción de un nuevo poder, de un poder popular, digno, soberano y democrático, que les garantice a los colombianos la solución real de sus necesidades fundamentales", dijo el jefe rebelde.
Aunque los alcaldes objeto de las amenazas fueron elegidos popularmente en elecciones, "Byron", de 40 años y unos 18 como militante de las Farc, desconoció la legitimidad de esas votaciones.
Las amenazas han provocado una oleada de renuncias, pero el gobierno de Pastrana no las ha aceptado con el argumento de que son presionadas. Sin embargo, no ha declarado la conmoción interior, una figura constitucional que le permite legislar de emergencia. El gobierno ofreció protección especial a los mandatarios locales y a sus familias, como guardaespaldas, trabajar desde cuarteles militares o en ciudades capitales, pero el líder rebelde insistió en que harán cumplir su decisión.
"Byron" explicó que si los alcaldes dejan de ejercer sus cargos, así el gobierno no les acepte sus renuncias, estarán a salvo y no serán atacados. Las amenazas se extendieron a los alcaldes de ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, cuyos gobernantes suelen desplazarse en vehículos blindados y bajo fuertes medidas de seguridad.
La guerra a las capitales
El jefe guerrillero advirtió que extenderán sus acciones militares a las capitales en su propósito de no dejar funcionar a los alcaldes y sostuvo que los que se refugien en grandes ciudades para trabajar desde allí serán perseguidos. "Si los alcaldes se trasladan a las capitales para ejercer sus cargos desde allí, pues allí también llegaremos nosotros para impedir que eso se cumpla", concluyó.
Mientras el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el ex presidente colombiano César Gaviria, se declaró preocupado por las amenazas y las calificó como un atentado a la democracia. "Si se llegara a atentar contra la vida de estos y otros funcionarios públicos, dichas acciones constituirían graves actos de terrorismo que serían condenados sin atenuantes por todos los países miembros de la OEA", agregó. (Reuters y AFP)