El Banco Central le presentó al gobierno un programa monetario basado en hipótesis inflacionarias y una emisión controlada. El programa prevé una emisión máxima hasta fin de año de 7.759 millones de pesos, según la liquidez del sistema, una cotización del dólar en cuatro pesos, para luego estabilizarse en 3,70 hacia diciembre y el fin de la asistencia a las entidades financieras a partir de octubre. El nuevo titular del BCRA, Aldo Pignanelli, presentó ayer por la tarde al jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, el plan elaborado por la entidad, durante una reunión que se desarrolló en la sede de la autoridad monetaria.Según trascendió, el plan contempla un desequilibrio monetario de 7.759 millones de pesos, que se financiaría a través de la política cambiaria (4.800 millones) y la colocaciones de Letras del Banco Central (Lebac) por un monto de 2.800 millones. La asistencia al sistema financiero sería de 1.700 millones en junio, de 1.687 millones en julio, 1.800 millones en agosto y 1.500 millones en septiembre, y a partir del mes siguiente finalizaría el auxilio a los bancos, según las fuentes oficiales. Asimismo, se prevé una ayuda financiera de mil millones de pesos al Tesoro nacional y se espera que los bancos extranjeros realicen un aporte de capital en sus filiales argentinas por un monto de tres mil millones de pesos. En cuanto al canje de depósitos reprogramados por títulos públicos, las fuentes oficiales revelaron que en el gobierno se prevé una adhesión por el bono a tres años del orden de los 1.900 millones, y una caída en los depósitos a la vista de los 26.700 millones contabilizados en mayo (equivalente al 9 % del PBI) a 12 mil millones en septiembre (3 % del Producto Bruto Interno). También se destacó la importancia de que la Argentina llegue a un acuerdo con el Fondo, porque permitiría fortalecer las reservas internacionales y extender los plazos para el pago de la deuda pública. Por último, la fuente consultada dijo que "el plan prevé la contención de la situación fiscal, si no se otorgan aumentos de salarios en el sector público". El modelo propuesto es similar al aplicado por las autoridades brasileñas luego de la devaluación del real a comienzos de 1999 tras la asunción de Arminio Fraga en el Banco Central del Brasil. Por otra parte, el gobierno podría decidir la entrega compulsiva de bonos a los ahorristas con dinero atrapado en los bancos para evitar así entrar en una espiral hiperinflacionaria, en caso de que no prospere la opción de los títulos voluntarios, anticipó el Banco Ciudad en un informe.
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