Mariano Bereznicki / Ovación
Tuvo que resignar un sueño por la inectitud de un puñado de personas. Postergó y resignó muchas cosas. Más de lo que muchos pueden llegar a imaginar. Había que verlo de frente para saber cuál era su verdadero estado emocional. Mientras habla deja flotando una sensación de bronca, mucha bronca porque tuvo que dejar a su Central del corazón por la puerta del fondo. Es que para Marcos Charras, ese mismo pibe que fue sparring de la selección en el Mundial y que integra el Sub 20, partió ayer rumbo a Bulgaria para sumarse a las filas de CSK Sofía, uno de los mejores equipos de la primera división del fútbol en ese país. "Me voy con el sabor amargo de no haber podido jugar en primera", afirmó este gran marcador izquierdo a Ovacion como resumiendo toda su nostalgia. -¿Por qué aceptaste ir a Bulgaria? -Por muchas cuestiones. Ya sea a nivel personal como deportivo. Pienso que tomé el camino correcto. -¿El hecho de que en Central se acostrumbra que a los chicos que están en el Sub 20 los mandan a jugar a la Rosarina también tuvo que ver con esta decisión? -Puede ser. Hay varios factores que tuvieron mucho que ver con mi salida de Central. Pero lo que estás diciendo es muy cierto también -¿Pero no vas a negar que te hubiera gustado quedarte y debutar en la primera de Central? -Seguro. Todo pibe que está en las inferiores sueña primero con poder debutar en tu club y, después recién tener la chance de ir a otra parte. Pero desgraciadamente a mí tocó al revés de lo que generalmente indica la lógica. Me queda un sabor muy amargo dejar Central sin haber debutado. No fue fácil decir me voy de Central. -¿Te quedó algún rencor hacia alguien en especial? -No. Porque aunque no parezca, en el club hay gente que me ayudó mucho. Como por ejemplo Miguel Macri, Jorge García o el Topo Riquelme. Y con respecto a los dirigentes, los que estamos en inferiores sabemos cómo son con nosotros. -¿Algún integrante del cuerpo técnico de primera se comunicó para ofrecerte que te quedaras? -No, nadie. La última vez que hablé con ellos fue antes de irme con la selección al Mundial. Después nunca más me hablaron. -¿Esto influenció en tu decisión final? -Un poco sí. Porque si bien Julio Villa me había dicho antes de irme a Japón con el seleccionado que podría llegar a tener alguna chance en reserva, lo cierto es que no me garantizó nada. Y creo que hay varios chicos que podemos y estamos en condiciones de jugar aunque sea en reserva. -¿Entonces no te habrá caído bien que Central pretenda traer a Cárdenas, un jugador que lo hace en tu mismo puesto? -Como gustar, no me gustó. La verdad es que logro entender cómo es todo esto. Quiere decir que me vendieron para agarrar la plata, traer un jugador y no dejar crecer a alguien del club. -¿Coincidís con que a los chicos que están en el Sub 20 no los respetan? -No sé si ese es el término. Pero quienes estamos en la selección casi siempre jugábamos en la Rosarina. Y creo que merecemos estar un poco más arriba. ¿O no? -¿Qué sabés de tu nuevo club? -Que es uno de los más grandes e importantes del fútbol búlgaro. Siempre tiene serias pretensiones de ser protagonista en el torneo y cuenta con un muy buen plantel e infraestructura de primer nivel. -¿La idea es jugar una temporada en Bulgaria para luego hacerlo en España? -Sí, es así. Si todo surge como lo planeado, hay muchas posibilidades de jugar en algún club de España. Todo depende de mi adaptación. -¿Hablaste con alguien del seleccionado acerca de tu venta al exterior? -Todavía no, pero ya me voy a poner con contacto con ellos para que estén al tanto de mí. -¿No tenés miedo de perderte el Sudamericano Sub 20 del año que viene, ya que estarás muy lejos? -Seguro que sí. Es uno de los grandes riesgos que tengo con esta transferencia. Pero también soy consciente de que si llego a andar bien, estoy convencido de que me volverán a citar para el Sub 20. Las esperanzas no las pierdo nunca. -¿Te vas con bronca más que dolor? -Bronca no, más que nada siento mucha impotencia porque me tengo que ir sin haber podido jugar en primera. Cuando pienso en esto me duele mucho. Más que nada por mi familia, que hizo grandes sacrificios para que yo pudiera jugar en Central. Pero bueno, el fútbol tiene estas cosas así que ahora le estoy muy agradecido a CSK de Bulgaria porque confió en mis condiciones y me convirtió en jugador profesional, que era mi mayor anhelo. -¿A esta altura se puede decir que defender los colores de Central ya es un sueño imposible de cumplir? -No. Porque algún día pienso volver para jugar en Central. Pero es verdad que en este sentido me voy con una gran espina clavada. -¿Qué le dirías a la gente que no te conoce y se quedaron con las ganas de verte jugar? -Que no se desespere porque pienso volver. Yo también me quedé con las ganas de que ellos pudieran verme.
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