Luego de hacer trascender su renuncia a través de la prensa, Alfonsín se encargó ayer de hacer circular un texto con los motivos de su renuncia. En el paper, Alfonsín se esforzó por aparecer como víctima y con un escaso nivel de autocrítica. Dijo que fue utilizado "con oportunismo" y se despachó contra el "fundamentalismo" del mercado. "Cuando acepté ser senador supuse que mi experiencia, en la que computo aciertos y errores, que siempre enseñan, y mi reconocida vocación por el diálogo podría servir para construir consensos que facilitaran la acción de gobierno, a fin de solucionar los agudos problemas que enfrentaba. Lo mismo pensé cuando se produjo el cambio de autoridades". Para el todavía senador, "nadie podría afirmar, sin malicia, que hubiera procurado intencionalmente la división del pueblo, enfrentamiento estériles o propiciado intolerantes negativas irreductibles".
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