El diálogo fue tomando color. Las frases ganaron en la calidad de sus conceptos y los datos anecdóticos de los partidos que disputó Plaza en esta temporada fueron enriqueciendo el análisis.
Del Cerro a veces intenta disimular su expresividad. Su fama de profundo conocedor, su profesión y su rol de conductor y referente de un club con una historia impactante en el mundo de la ovalada enmarcan su fuerte personalidad. Pero el rugby lo puede.
Y cuando aparecen algunas palabras en el medio de la conversación se enciende. Una sola palabra de dos sílabas, "chocar", arrolló con la habitual tranquilidad con la que del Cerro emite sus declaraciones. Abandonó, sólo por un rato su cigarrillo de turno, y se preocupó por dejar en claro y resaltar convenientemente las reales intenciones del juego de Atlético.
-En algunos partidos, se producen choques con los centros que no permiten que la pelota llegue a las puntas donde tienen a los dos hombres más peligrosos del equipo (Weitemeier y Gerosa). ¿Eso es algo planteado o es fruto de las contingencias del juego?
-No chocamos, intentamos penetrar y a veces somos derribados. Para los jugadores nuestros la palabra choque está prohibida, creo que es una palabra nefasta para el rugby argentino. Puede ser que a veces caigamos en la actitud de choque, pero de ninguna manera alentamos esa actitud.
-En la primera fase Atlético del Rosario tuvo dos parejas de medios: Alonso-Semino y Alonso-Torno, ¿cómo evaluás sus funcionamientos?
-Las dos funcionaron al mismo nivel que el resto del equipo. Alonso es más experimentado y tuvo un rendimiento bueno, Torno es un poco menos experimentado y Semino tiene sólo siete u ocho partidos en primera, lo que hace muy dificultosa su evaluación. Lo que pasa es que el pack de Plaza está en un nivel nada más que satisfactorio, y mucho dependen los medios del rendimiento de los forwards.
-Algunos adversarios le movieron la pelota a Plaza (como San Fernando y SIC), y allí se vieron fallas en el tackle, ¿coincidís con esa visión?
-Cuando un equipo te mete siete u ocho pases, vos podés considerar que el otro está haciendo las cosas bien o que vos estás haciendo las cosas mal. Nosotros creemos que estamos haciendo algunas cosas mal, que la calidad de nuestro tackle todavía no es buena. Todavía tenemos un déficit en ese sentido en la defensa.
-Como entrenador de un club que en los últimos cinco años siempre fue protagonista, ¿te permitís soñar con respecto a lo que viene?
-Yo no fui nunca un soñador, en ninguna oportunidad de los tantos años que me ha tocado dirigir. Soy un tipo que respeto bastante este juego, que tiene tantas alternativas que se hacen muy difícil de evaluar como para poder soñar. Yo aspiro a que el equipo esté entre los cuatro finalistas, con eso el objetivo estaría completamente cumplido.
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La Ciudad
