Para definir las características del futuro que presentaría "Sentencia previa", Steven Spielberg organizó una serie de reuniones en un hotel de California, previo a la producción de la película, que transcurre en la ciudad de Washington en el año 2056. En ese encuentro Spielberg citó a científicos, diseñadores urbanos, arquitectos, inventores y escritores. Entre estos últimos se contó Douglas Coupland, el autor de "Generación X". Las conversaciones, que duraron tres día, abarcaron los adelantos en medicina, la forma en que la gente se lavaría los dientes, el transporte, el planeamiento urbano, la arquitectura y el arte. La pérdida gradual de la privacidad fue una predicción casi unánime de los invitados de Spielberg. "La razón no es tanto que la gente te pueda espiar", explicó el guionista del filme Scott Frank, "sino lo que pueda vender. En un futuro no muy lejano, es plausible que al escanear tus ojos, tu paradero será rastreado. Mantendrán un registro de lo que compras, para que te puedan seguir vendiendo sus productos". Para Spielberg, la reunión demostró que "la profecía de George Orwell en la novela «1984» se vuelve verdadera, no en el siglo XX, pero sí en el siglo XXI". "El Gran Hermano nos está observando en estos momentos y la poca privacidad que tenemos se evaporará completamente en veinte o treinta años, porque la tecnología será capaz de ver a través de las paredes, a través de las azoteas, en la mismísima privacidad de nuestras vidas personales, en el santuario de nuestras familias", sostuvo el realizador de "La lista de Schindler".
| |