Fernando Toloza / La Capital
El primer trabajo en conjunto del actor Tom Cruise y el director Steven Spielberg, en la película "Sentencia previa", pasó la prueba de fuego al convertirse en el filme más taquillero del fin de semana pasado en Estados Unidos, con una recaudación de 36,9 millones de dólares en tres días. El triunfo de los dos íconos de Hollywood estuvo a punto de ser empañado por el filme de animación "Lilo y Stich", de Disney, el otro estreno de los cines norteamericanos que peleó boleto a boleto con la cinta de Spielberg. "Sentencia previa", que llegará a la Argentina la primera semana de agosto próximo, se basa en un cuento de Philip K. Dick, el mismo que escribió "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", la novela que originó la mítica película "Blade Runner", de Ridley Scott. El puntapié inicial del filme lo dio Tom Cruise, quien después de leer una primera adaptación del cuento le propuso a Steven Spielberg trabajar juntos. El proyecto demoró en concretarse porque director y actor estaban en el medio de filmes ambiciosos, ambos ligados con Stanley Kubrick. Cruise estuvo inmerso durante dos años en el rodaje de "Ojos bien cerrados" y Spielberg se concentró en llevar a la pantalla un viejo proyecto del director de "La naranja mecánica": "Inteligencia artificial". Desde hace tiempo Cruise se permite libertades que otros miembros de Hollywood dudarían en tomarse. Por ejemplo, dedicar dos años a las excentricidades de Kubrick y filmar junto con su esposa una película que, se asegura, fue una de las causas del divorcio de la pareja, que llevaba diez años junta. Otra de esas libertades fue hacer "Vanilla Sky", la remake de "Abre los ojos", un filme español de Alejandro Amenábar, a quien además le produjo "Los otros", que protagonizó Nicole Kidman. Según algunas versiones, la última libertad de Cruise habría sido no cobrar su cachet habitual por su rol en "Sentencia previa". El actor acordó, en cambio, participar en las ganancias de la película, que costó 102 millones de dólares. El filme de Spielberg cuenta la historia de un policía del futuro que se transforma en víctima del sistema que ideó para combatir el crimen. Tom Cruise es John Anderton, el jefe de la unidad Pre-Crimen del Departamento de Justicia estadounidense. Esta unidad puede prever los crímenes antes de que sucedan y detener a los delincuentes por asesinatos que todavía no cometieron. Torturado por la pérdida de su hijo seis años antes y la separación de su esposa, Anderton, adicto a la droga callejera denominada Neuroína, se consagra a su trabajo. Pero todo cambia el día que los Pre-cogs lo ven cometer un futuro asesinato. Obligado a huir, el cazador se convierte en presa de su propio equipo. Tiene apenas 36 horas para encontrar un extraño "informe minoritario" ("el Minority Report" del título original) que probará su inocencia, pero pondrá también en duda la legitimidad de todas las detenciones realizadas por la unidad durante años. El sistema represivo se basa en el poder psíquico de tres personas conocidas como los Pre-Cogs. Las visiones de estos psíquicos nunca fallaron. Ellos ven el futuro de una manera prismática, en círculos, lo que cual le dio campo a Spielberg para experimentar tomas que se salen de los encuadres clásicos del cine. Los Pre-Cog nacieron de forma accidental, pero cuando el gobierno advirtió las habilidades proféticas se desarrolló un programa para potenciarlos y de allí nació la unidad de Pre-Crimen, donde comienza a desempeñarse el personaje de Cruise después de la supuesta muerte de su hijo. Con toda su mezcla de tecnología y saber oculto, el filme de Spielberg se plantea como una pregunta sobre el límite de la privacidad cuando se trata de prevenir el delito y brindar un mundo más seguro. Un tema polémico, en el que quizá la ficción de una película aporte algún avance.
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