El titular del Banco de España aseguró ayer que el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y el Banco Santander Central Hispano (BSCH) no tienen que pagar por los problemas de sus filiales por lo que no les corresponde a ellos responder a las demandas interpuestas en España contra el corralito por los ahorristas argentinos. La autoridad monetaria ibérica dijo que las entidades españolas "no tienen que pagar los problemas de las filiales" argentinas. Así lo afirmó el subgobernador del Banco de España, Gonzalo Gil, en alusión a las demandas interpuestas en España contra el corralito financiero. Unos mil ahorristas afectados por el corralito se unieron en dos demandas judiciales presentadas en Madrid por un total de 75 millones de dólares el pasado 11 de junio. Sin embargo, sólo una de las dos demandas de conciliación -la presentada contra el Santander Central Hispano- ha sido admitida a trámite por el juzgado de instrucción número 67 de Madrid, según el abogado Ivan Hernández, que representa en España a los ahorristas. Para Gil, el BBVA y el BSCH no tienen obligación de inyectar más dinero en sus filiales argentinas, porque "han hecho lo que debían hacer", y han provisionado suficientemente a sus filiales con 2.746 millones de dólares para hacer frente a la delicada situación argentina. Por ello, las entidades bancarias españolas "no están obligadas a meter más dinero del que han metido", dijo Gil en el curso "Inversiones españolas en Latinoamérica: la crisis Argentina", organizado. Gil aseguró que el banco emisor español considera adecuadas las provisiones realizadas por el BBVA y BSCH en el Banco Francés y Banco Río de la Plata, filiales argentinas respectivas de las entidades españolas, ya que si no "habríamos pedido más dotaciones porque cuentan con resultados para hacer frente" a mayores demandas de cobertura. Sin embargo, Gil recordó que al tratarse de filiales y no de sucursales de los bancos españoles, son las autoridades nacionales del país donde estén "los responsables" de vigilar la solvencia de las entidades bancarias. "El intento de utilizar un sistema financiero saneado para resolver una situación tan compleja ha hecho recaer sobre éste una parte desproporcionada del costo y, al minar algo tan esencial como la confianza en el sistema financiero, ha aumentado posiblemente la magnitud de la crisis", añadió Gil. El funcionario español consideró que esta situación no se va resolver metiendo más dinero "con un préstamo de la matriz", sino que "si el Banco Central (argentino) tiene que dar liquidez, que la dé con las vías de descuento, y si no quiere, pues el problema va a estar allí".
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