Buena y saludable cosecha de alimentos orgánicos

"Las frutas, carnes, legumbres, lácteos, verduras y cualquier alimento puede ser susceptible de ser producido en forma orgánica, sin agroquímicos, fertilizantes o pesticidas que dañan la salud", dijeron María Teresa Cura de García y el ingeniero agrónomo Néstor Di Leo, miembros de la Asociación de Productores y Consumidores Orgánicos con sede en Rosario. La entidad local aspira a la creación de una organización encargada del traslado y distribución de productos provenientes de otras zonas del país, tales como lácteos y quesos de la granja ecológica "Naturaleza viva", de Reconquista; carnes y granos de San Luis; yerba de Misiones y vinos mendocinos.
En esa misma dirección se encuentran los miembros del Cepar (Centro de Estudios de Producciones Agroecológicas), que todos los jueves, a las 19, se reúnen en la sede del Instituto del Alimento, Lima 865, y ofrecen cursos de capacitación a los interesados en incursionar en esta modalidad productiva.
"La garantía de que se trata de un alimento orgánico y no convencional la otorga un proceso de certificación que asegura que en su producción no han intervenido sustancias de síntesis química y que el lugar donde se produce no está contaminado. Se certifica el ambiente, el agua, la tierra, la zona y luego la producción", aseguró Di Leo.
En el cultivo orgánico intervienen compostados a base de deshechos de animales y abonos o insecticidas no tradicionales en reemplazo de los productos de síntesis industrial utilizados en la agricultura convencional. Estos se compran en el mercado o los elabora el mismo productor.
Esto no sólo beneficia a quienes los consumen sino también a la ecología del lugar, porque se basa en el respeto del medio ambiente. "En el cultivo convencional se habla de laboreo químico, eso significa que ciertas operaciones del sistema productivo no las hace ni el hombre ni la máquina, sino un producto industrial", agregó.