Año CXXXV
 Nº 49.514
Rosario,
miércoles  19 de
junio de 2002
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Paliza en Pichincha
Denunciaron a patovicas por brutal castigo

Dos jóvenes que la madrugada del domingo habían ido a bailar a un boliche del barrio de Pichincha son el punto común de dos historias que, según quien las cuenta, se presentan con muchas diferencias. El encargado de la disco le aseguró a la policía que los muchachos habían roto el espejo del baño. Pero ellos refutaron la versión y denunciaron que fueron golpeados con brutalidad dentro del local por dos patovicas.
Los dos muchachos estuvieron unas siete horas incomunicados en la seccional 7ª y en el mediodía del domingo recuperaron la libertad sin que ninguna autoridad de la comisaría les brindara una explicación acerca de la demora.
Cerca de las 2 del domingo, Cristian Maximiliano Quiroga, de 21 años; Javier Feliciano Rodríguez, de 22; Leonel Iván Minichelli, de 23, y Mariano Radice llegaron a la confitería bailable New 21 de Rivadavia 2550. Luego de dos horas, los cuatro muchachos fueron al baño y allí un episodio no muy importante, la rotura de un espejo, generó la intervención de dos custodios . Estos se toparon con un grupo de jóvenes que salían del baño, entre los que estaban los cuatro amigos. Al atravesar la puerta, Cristian y Javier dijeron haber sido sacudidos por los empujones de los patovicas, quienes fueron llevados a la puerta de emergencia. Entonces, denunciaron los jóvenes, comenzó la brutal golpiza.
"Los tipos estaban sacados. Nos daban trompadas en todo el cuerpo. A Cristian le apoyaron la cabeza sobre un freezer y lo golpearon", enfatizó Javier.
En medio de los castigos, Cristian logró ganar la puerta de salida y alcanzó a decirle lo que ocurría a un policía, pero uno de los vigiladores lo introdujo nuevamente y siguió golpeándolo.
La escena era observada por los chicos que estaban en el boliche, que sólo atinaron a "intentar tumbar a golpes" la puerta, aunque no lo lograron, mientras sus gritos desesperados para pedir ayuda resonaban en el boliche.
Cuando la golpiza ya había finalizado llegaron a la discoteca efectivos de la comisaría 7ª. Entonces, el encargado del boliche les dijo a los agentes que Cristian y Javier habían destrozado el espejo y los dos muchachos fueron conducidos a la seccional de Cafferata al 300. Allí fueron acusados del delito de daños, aunque los dos jóvenes no declararon para hacerlo en el tribunal a cargo del caso.


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